Una de los barcos que conforman la Global Sumud Flotilla que se dirige a Gaza
La imprudencia de la flotilla de Greta y Colau: ni esperan al buque Furor ni escuchan los avisos de Meloni
La Global Sumud, conformada por unos 50 barcos, se aproxima a Israel mientras la primer ministra italiana les acusa de poner en riesgo las conversaciones de paz
El anuncio de una posible acuerdo definitivo para lograr la paz en Gaza parece haber precipitado a los líderes de la Global Sumud Flotilla a dirigirse, sin esperar al buque español de respaldo Furor, a la zona de contacto con la Marina israelí, que ya advirtió que actuarán para proteger las líneas marítimas delimitadas frente a las costas de la franja de Gaza.
La Global Sumud, conformada por 51 barcos con 50 españoles y unos 500 tripulantes de diferentes países europeos, fue acusada por Israel de «estar organizada y financiada por Hamás» y «representantes de Hamás en Europa».
Israel recordó que quienes deseen ayudar al pueblo de Gaza lo hagan «por los canales apropiados», como hacen «tantos otros países y organizaciones del mundo», y reiteró el llamado a la calma y a respetar las normas y procedimientos que marcan las autoridades para la asistencia humanitaria y la seguridad.
El choque que buscan Ada Colau, Greta Thunberg y demás activistas propalestinos con las fuerzas de seguridad israelíes en una zona activa de guerra es una imprudencia que ya ha sido advertida y desaconsejada por gobiernos como el belga o el italiano.
El ministro de Asuntos Exteriores de Bélgica, Maxime Prévot, señaló el viernes que el objetivo de la flotilla que lleva ayuda a Gaza es «extremadamente loable» pero expone a sus integrantes, entre ellos belgas, a «grandes riesgos» innecesarios.
Prévot llamó a «evitar cualquier acción que pueda conllevar poner en peligro a las personas que participan en esta flotilla».
Por su parte, el presidente de la República italiana, Sergio Mattarella, pidió también el viernes «con especial énfasis» a la flotilla que entregue la ayuda humanitaria y no prosiga su viaje hacia el enclave palestino.
«Me permito dirigir con especial énfasis un llamado a las mujeres y a los hombres de la flotilla para que acepten la disponibilidad del Patriarcado Latino de Jerusalén para llevar a cabo la tarea de entregar de forma segura lo que la solidaridad ha destinado a los niños, mujeres y hombres de Gaza», señaló Mattarella.
La flotilla, en la que también viajan 58 italianos y cuatro parlamentarios y eurodiputados de ese país, rechazó la propuesta italiana de desviarse hacia Chipre y entregar ahí la ayuda y, por el contrario, insisten en seguir hacia Gaza.
Si bien el Gobierno italiano envió dos buques militares para asistir a los barcos de la flotilla en caso de necesidad en alta mar, ya advirtió que no lo hará más allá de aguas internacionales, es decir, más allá de la línea de contacto con las fuerzas israelíes.
La Marina italiana se ofreció a recibir a cualquier persona que no desee continuar antes de que se llegue a las 150 millas de las costa de Gaza
La última llamada y por lo tanto la última oportunidad para embarcar, será la noche del 1 de octubre, alrededor de la 01.00 de la madrugada, cuando el buque de la Marina italiana se encuentre a menos de 150 millas náuticas de la costa de Gaza, anunció el Estado Mayor de la Defensa Italiana.
Pretexto para descarrilar el plan de paz
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, afirmó la noche del martes que el intento de la Global Sumud Flotilla de romper el bloqueo naval de Israel «puede servir de pretexto» para aquellos que no quieren que salga adelante el plan de paz propuesto por el presidente estadounidense, Donald Trump.
«Finalmente ha surgido la esperanza de un acuerdo que ponga fin a la guerra y al sufrimiento de la población civil palestina y estabilice la región. Esta esperanza se basa en un equilibrio frágil, que muchos estarían encantados de perturbar. Temo que el intento de la flotilla de romper el bloqueo naval israelí pueda servir de pretexto para ello», afirmó en una nota del Gobierno italiano.
Por esta razón, Meloni agregó que también cree «que la flotilla debería detenerse ahora y aceptar una de las diversas propuestas presentadas para la entrega segura de la ayuda».
«Cualquier otra opción corre el riesgo de convertirse en un pretexto para impedir la paz, avivar el conflicto y, por lo tanto, perjudicar especialmente a la población de Gaza, a la que pretende brindar ayuda. Es hora de actuar con seriedad y responsabilidad», aseveró Meloni.