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Miedo, el sentimiento que quiere enterrar Javier Milei en las elecciones legislativas de este domingo

El rescate financiero de Donald Trump a Argentina le permite al libertario sacar algo la cabeza. Los sondeos le son ligeramente favorables pese al portazo de esta semana del canciller (ministro de Exteriores)

Act. 26 oct. 2025 - 08:41

Argentina's President Javier Milei speaks to supporters during a campaign rally ahead of the upcoming legislative elections at Tres de Febrero, Buenos Aires province, on October 17, 2025. Milei, once a global poster boy for budget-slashing libertarian politics, is heading into the polls diminished by his failure to stabilize Argentina's ailing peso despite spending nearly all the Central Bank's dollar reserves to prop it up. (Photo by Luis ROBAYO / AFP)

El presidente de Argentina en la localidad bonaerense de Tres de FebreroAFP

Cuando era la mujer más poderosa de Argentina, pero los casos de corrupción de su Gobierno ya estaban en manos de los jueces, Cristina Fernández de Kirchner advirtió a su audiencia desde la Casa Rosada: «No hay que aterrorizarse. Sólo hay que tenerle miedo a Dios y a mi, un poquito.»

Miedo es, quizás, la palabra que mejor define estas elecciones legislativas donde se renuevan parcialmente las Cámaras (un tercio del Senado y la mitad de Diputados). Javier Milei y su hermana Karina tienen miedo a perder. Una derrota supondría mucho más que no lograr suficiente representación legislativa.

Un fracaso, por encima de 10 puntos, poco probable, significaría que el peronismo que cerró filas durante 12 años largos con Néstor Kirchner y su viuda, estaría en condiciones de ganar las próximas elecciones presidenciales en 2027. Dicho de otro modo, que el Gobierno del libertario ya no levantaría cabeza en estos dos años que le quedan en la Casa Rosada e incluso, tendría que agacharla y meterla bajo tierra.

La media de las últimas 10 encuestas analizadas por el diario Clarín, –antes del portazo del ex canciller Gerardo Werthein–, arrojaba un resultado moderadamente tranquilizador para Javier Milei. La Libertad Avanza (LLA) se imponía dentro de un margen de error razonable. Es decir, la mayoría daba ganador al oficialismo, aunque por un resultado muy ajustado.

De confirmarse esas previsiones, los hermanos Milei tendrían un respiro por no hablar de formidable balón de oxígeno. Tanto en el terreno político como en el económico.

En el primero porque la lectura inmediata reflejaría que en el votante habría pesado más el temor a un regreso del kirchnerismo que el lastre de los escándalos de la criptomoneda LIBRA y de los sobornos y sobreprecios en productos y servicios de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) que salpican a Karina Milei (lo de su cabeza de lista, José Luis Espert y el narcotráfico es capítulo aparte.)

En el terreno económico, supeditado al político, Milei tendría garantizado el rescate que Estados Unidos tiene en carpeta en forma de 20.000 millones de dólares. Pero una derrota en las urnas, como anunció el republicano, podría significar dar marcha atrás con los salvavidas financieros que, en sus diferentes modalidades, ascenderían a 40.000 millones.

Trump al rescate

Donald Trump se ha comprometido con Argentina como nunca lo había hecho con otro Gobierno. Ni siquiera en su primer mandato. El magnate republicano tiene de forma permanente en la cabeza al país ideológicamente más afín de toda Hispanoamérica y busca el modo de mantener a flote al hombre que le imita en las formas y en ocasiones, aunque pocas, en el fondo de las cuestiones.

Podríamos comprar algo de carne de Argentina. Si lo hiciéramos, los precios bajaríanDonald TrumpPresidente de Estados Unidos

«Podríamos comprar algo de carne de Argentina. Si lo hiciéramos, los precios bajarían… [Argentina] no tiene dinero, no tienen nada, están luchando fuerte para sobrevivir. Si puedo ayudarlos a sobrevivir en un mundo libre... El presidente de Argentina lo está haciendo lo mejor que puede, pero están muriendo,» reflexionó Trump esta semana. Al día siguiente los ganaderos americanos pusieron el grito en el cielo para quejarse y la oposición se burló del oficialismo por la imagen de una Argentina famélica.

La intervención de la Casa Blanca en estas elecciones ha sido crucial para Javier Milei. Sin la colaboración del Tesoro y la compra masiva de pesos el dólar se habría ido por las nubes y el milagro económico se habría convertido en un abrir y cerrar de ojos en un infierno. Los argentinos están demasiado escarmentados y aunque siguen comprando divisas estadounidenses, una estampida habría puesto en jaque a un Gobierno que atraviesa sus horas más difíciles.

El tardío reemplazo –recurso para resucitar en los sondeos– ha sido Diego Santilli, un hombre del PRO (Propuesta Republicana) del ex presidente Mauricio Macri. Para desgracia de Milei, se rechazó cambiar la fotografía de la «boleta única» y en la del oficialismo permanece la imagen de Espert, un economista con la cabeza llena de ideas (y el bolsillo de amigos del narcotráfico), pero calvo como una bola de billar. «Para votar al colorado, votá al pelado», ha tenido que introducir como lema en la recta final de campaña el pelirrojo Santilli.

Buenos Aires, esa provincia del tamaño de Italia que concentra casi el 40 % del voto, es la que tiene la varita mágica del escrutinio esta noche. Territorio históricamente peronista, si los sondeos aciertan Milei podrá perder el miedo a acabar como otros presidentes que tuvieron que salir en helicóptero o por la puerta de atrás de la Casa Rosada.

Con un empate le vale, pero no puede olvidar a Cristina Fernández. Aún bajo arresto domiciliario por corrupta la ex presidenta sigue moviendo los hilos del peronismo y eso, a Milei y a cualquier candidato, aunque no sea Dios, siempre le dará un poquito de miedo.

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