Los gobiernos democráticos que a diferencia de Sánchez adelantaron elecciones por crisis o falta de presupuesto

Crisis de gobierno, pérdida de confianza, escándalos de corrupción, incapacidad para sacar adelante unos presupuestos… Los motivos para convocar elecciones anticipadas son variados y fáciles de identificar en la historia reciente de las democracias genuinas.

Presidentes y primeros ministros suelen intentar hacer malabares para evitar una convocatoria a las urnas, antes de los tiempos previstos, que les impidan terminar la legislatura. Aferrarse al poder o ponerlo en suerte es una tentación que para la mayoría tiene los límites no escritos pero tradicionalmente respetados por los sistemas democráticos occidentales.

La excepción que confirma la regla es la España de Pedro Sánchez. Al presidente del Gobierno se le está descosiendo a retazos la mayoría Frankenstein que construyó a golpe de parches y remiendos políticamente antinatura.

Al portazo de Podemos se ha sumado ahora el de Junts al anunciar: «La Legislatura queda bloqueada». Los separatistas que lograron el apoyo del 4,54 % del electorado le han dejado tirado. Sus siete votos son imprescindibles para que Sánchez pueda mantenerse en La Moncloa, pero también para que pueda gobernar, un ejercicio que ahora ha quedado descartado. La enmienda a la totalidad a los proyectos de ley actuales y a los futuros anunciadas por Míriam Nogueras lo hacen inviable.

Aun así, en este escenario, Sánchez se resiste a devolver la palabra a los españoles. No hay un precedente parecido en Europa ni en las democracias Occidentales. Por el contrario, sobran los ejemplos en sentido contrario.

Países Bajos

En los Países Bajos acaban de celebrarse unas elecciones anticipadas porque se rompió la coalición de Gobierno tras el portazo del Partido Liberal que lidera el derechista Geert Wilders. El sistema electoral neerlandés impide que un único partido logre la mayoría absoluta y obliga a establecer acuerdos y consensos para formar Gobierno.

El resultado de estos comicios dio la victoria inesperada al D66 de Rob Jetten. De corte progresista y declarado abiertamente homosexual, propinó un revés al líder de la derecha dura que los sondeos anticipaban como seguro triunfador.

Ambas formaciones, Partido por la Libertad (PVV) y D66, sacaron el mismo número de escaños, 26, pero el único que podría, aunque con dificultades. formar Gobierno es Jetten que en número de votos apenas sacó una diferencia de un puñado. Pero el motivo no es ese, salvando las distancias, es lo que le pasa a la derecha en España o suman entre PP y Vox o el Gobierno se construye con los restos de minorías que sueñan con dinamitar la Constitución.

Austria

En 2019 el canciller austriaco, Sebastian Kurz, el más joven de la historia y estrella rutilante del universo político europeo, convoco elecciones anticipadas tras dimitir Heinz-Christian Strache, su socio de Gobierno, por un escándalo de corrupción. El líder ultranacionalista había quedado inmortalizado en un vídeo donde ofrecía contratos a una presunta magnate rusa, a cambio de apoyo electoral.

La coalición entre los democristianos (ÖVP) y la derecha del FPÖ saltó por los aires apenas año y medio después de formarse. Ninguno de los dos se recuperó.

Francia

Más cerca de España, Emmanuel Macron, en junio del 2024 quedó en shock con el aplastante triunfo de Marine Le Pen (Reagrupación Nacional) en las elecciones europeas. «No puedo hacer como si no hubiera ocurrido nada», declaró para justificar la apertura de las urnas para renovar la Asamblea Nacional.

Lo que ha sucedido después ha sido una carrera de obstáculos para el francés y la media docena de primeros ministros que siguieron despachando con él y cediendo su puesto al siguiente. Sébastien Lecornu el último y por partida doble, pero la Cámara se renovó en su totalidad.

Reino Unido

En 2017 Reino Unido se desbarrancaba frente al desafío de un brexit del que no se arrepienten lo suficiente los británicos. La primera ministra, Theresa May, convocó elecciones anticipadas para fortalecer su Gobierno. El resultado no fue el esperado.

Tras demasiadas turbulencias le tocó el turno a Boris Johnson que dos años más tarde también abrió las urnas después de perder el control parlamentario por la brecha que había abierto el brexit. Por último, fue Rishi Sunak el que tocó la campana de las urnas antes de lo previsto. El resultado dio la victoria a los laboristas encabezados por el actual premier, Keir Starmer.

Italia

Si hay un país en Europa con historial de inestabilidad ese es Italia. Las últimas elecciones anticipadas las convocó en 2022 –formalmente lo hizo el presidente Sergio Mattarella–Mario Draghi. El flamante Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional perdió el apoyo de varios partidos de su coalición, no pudo tener presupuestos y presentó su dimisión irrevocable. Mattarella no tuvo más remedio que convocar elecciones anticipadas.

Aquella decisión se convirtió en el principio de la carrera meteórica y radiante que sigue Giorgia Meloni. La primer ministro y líder de Hermanos ahora puede presumir, de verdad, de tener un Gobierno estable, no como el que dice tener Sánchez.

Bélgica

El primer ministro de Bélgica, el nacionalista flamenco Bart de Wever, anunció este jueves al Rey Felipe de los belgas que dimitirá en un plazo de 50 días si no logra cerrar la difícil negociación del presupuesto federal. Necesita cuadrar las cuentas con un ahorro acumulado de 10.000 millones de euros. «Señor, concédame cincuenta días (...). El plazo no será prorrogado», le solicitó De Wever al soberano como relató más tarde él mismo en el Parlamento federal.

El jefe del Ejecutivo, en el cargo desde el pasado mes de febrero, –tras ocho meses de negociaciones para formar Gobierno–, lanzó también una invitación a «los colegas de la mayoría» para dotar al país de presupuestos, pese a que llegar a un pacto «no será un camino de rosas». «En las próximas semanas, –añadió– cumplamos nuestra tarea con seriedad. Habrá que seguir trabajando y superarnos». El plazo –como recoge Efe– termina el próximo 26 de diciembre, un día después de Navidad.

Israel

Benjamín Netanyahu, al que Pedro Sánchez acusa de genocida, convocó elecciones anticipadas no una sino cinco veces entre 2019 y 2021, al no lograr una mayoría sólida suficiente en el Parlamento israelí, la Knéset.

La guerra contra Hamás en la franja de Gaza y el acuerdo de paz impuesto por Estados Unidos han dejado un terreno propicio para que pronto los israelíes vuelvan a votar.

El run run y la crisis abierta tras la detención de Yifat Tomer-Yerushalmi, la exjefa general jurídica militar, por filtrar un vídeo donde se somete a suplicios a un palestino, alimentan la idea de otro adelantamiento electoral. En cualquier caso, estas no pueden ser más tarde de octubre de 2026 fecha límite para renovar la Knéset.

Japón, Canadá y Australia

Algo parecido pasó en Japón en 2005 y 2012, mientras que en Canadá, el primer ministro conservador, Stephen Harper, disolvió el Parlamento en 2008 y convocó elecciones anticipadas tras perder la confianza de la Cámara.

Los casos se suceden y llegan hasta Australia. En 1975 el Gobierno de Gough Whitman no pudo sacar adelante los presupuestos y le dio la palabra a las urnas. Hay más ejemplos, pero Pedro Sánchez no parece darse por aludido con ninguno.