Imagen de la Flotilla días antes de ser interceptada por las fuerzas isarelíes
Vuelve la Flotilla de Gaza: preparativos para una gran misión en 2026 con más de 3.000 miembros
Entre el 2 y el 3 de octubre pasados, la Marina israelí interceptó más de cuarenta embarcaciones y detuvo a 473 tripulantes
La Flotilla Global Sumud, o Flotilla de la Libertad, no cesa en sus empeños pese a la firma de un alto el fuego, y ha anunciado que, en la primavera de 2026, pondrá en marcha la que define como la «mayor acción civil marítima coordinada en apoyo a Palestina» hasta la fecha. El plan contempla el envío de un centenar de barcos y la participación de más de 3.000 personas procedentes de más de cien países.
El anuncio llega apenas unos meses después de que Israel interceptara las anteriores misiones de la Flotilla, detuviera a centenares de personas y confiscara las embarcaciones que intentaban alcanzar la franja de Gaza. Lejos de actuar como elemento disuasorio, aquellas operaciones parecen haber servido de catalizador para una iniciativa de mayor envergadura y con objetivos más ambiciosos.
Según explicó la propia Flotilla en un comunicado, la nueva misión supone una «expansión decisiva» respecto a intentos anteriores, tanto por su tamaño –más del doble de la capacidad previa, según sus cálculos– como por su planteamiento político. Uno de los pilares más sensibles del plan es el despliegue de lo que la flotilla denomina «protección civil no armada». Se trataría de equipos internacionales entrenados para trabajar junto a las comunidades palestinas, documentar presuntas violaciones de derechos humanos y actuar como elemento disuasorio frente a ataques contra civiles e infraestructuras.
Además, más de 1.000 profesionales sanitarios formarán parte del dispositivo, embarcados en buques equipados con medicamentos y material médico, con la intención de coordinarse con el personal local y reforzar un sistema de salud que las organizaciones internacionales describen como colapsado. A ello se suman envíos de alimentos, fórmula infantil, material escolar y otros bienes esenciales.
Una de las embarcaciones de la flotilla, rumbo a Gaza
Pese a todo, la Flotilla no oculta que su objetivo último es político y que plantea su iniciativa como un modelo «replicable» de acción civil internacional basado en el derecho internacional y el liderazgo palestino, y como una respuesta directa al fracaso –en sus palabras– de gobiernos e instituciones multilaterales para proteger a la población civil de Gaza. «Cuando las instituciones abandonan sus obligaciones legales y morales, el pueblo hereda esa responsabilidad», afirmó Saif Abukeshek, miembro del comité directivo de la organización.
Israel, por su parte, ya ha demostrado en el pasado que no está dispuesto a permitir este tipo de desafíos. Entre el 2 y el 3 de octubre pasados, la Marina israelí interceptó más de cuarenta embarcaciones y detuvo a 473 tripulantes, trasladados posteriormente a la prisión de Saharonim, en el desierto del Neguev. Días después, confiscó una segunda flotilla y arrestó a otros 145 activistas, que acabarían siendo deportados a sus países de origen.
