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Andrés Montero

Argentina, una gallina con huevos de oro, insiste en autodestruirse

Tiene los recursos, tiene la potencialidad, pero requiere de un acuerdo nacional pro sinceramiento de la realidad y un compromiso país por trabajar más, hablar menos y cumplir la palabra empeñada

El presidente argentino Alberto Fernández y una imagen de Cristina Kirchner (2019)Daniel Jayo / GTRES

El dólar blue -informal, negro o paralelo- cerró esta semana a $ 488 pesos para la venta y $ 483 para la compra. En el Banco Nación, el dólar terminó la ronda a $ 241,50 para la venta y $ 231,50 para la compra. La verdad de la economía argentina está reflejada en el dólar blue, llamado así al que se transa tras bambalinas.
El valor del dólar oficial es la mitad del blue. Esta diferencia refleja la verdad y la mentira. Alguien dijo que el mejor negocio del mundo es comprar un argentino a su precio real y venderlo al precio que él cree que vale. La diferencia es parecida a la reflejada entre el dólar blue y el oficial.
Cada día, un lindo país, otrora potencia mundial, se sigue autodestruyendo gobernado por una manga de truhanes, con una vicepresidente -ella se autodenomina vicepresidenta- que robó millones de dólares que le pertenecían a los argentinos.

Son decenios de corrupción, de aprovechamiento de un Estado inepto y de sindicalistas «revolucionarios»

Son decenios de corrupción, de aprovechamiento de un Estado inepto y de sindicalistas «revolucionarios», que por medio de acciones ilegales extorsionan al sistema.
Un ejemplo argentino es la idolatría perpetua por Maradona, un gran jugador de fútbol, pero un drogadicto consuetudinario, alabado por las masas no solo en Argentina, sino también en Nápoles, en donde los «tifosi», lo idolatran en calles y comercios.
Tengo bisabuelo argentino, nacido en San Juan. Conozco Argentina desde el norte extremo hasta Ushuaia. He visitado ese país unas 50 veces, he conocido sus pampas y sus montañas, sus viñas y pasturas. He saboreado sus carnes y sus vinos. Tomo mate de manera habitual y tengo grandes amigos en el campo argentino. Pero tengo sentimientos encontrados.
A Chile lo han tratado mal muchas veces. Con sus grandes capacidades persuasivas, extensivas a la diplomacia, reiteradamente se apropiaron de territorios ajenos. No cumplieron ni aceptaron el laudo arbitral en su disputa con Chile y más tarde estuvieron a punto de invadirnos, cuyas consecuencias habrían sido terribles, pues las Fuerzas Armadas chilenas son del primer mundo.

Islas Falklands o Malvinas

Lo mismo sucedió con la invasión a las Islas Falklands -dólar oficial- , las cuales fueron recuperadas por los ingleses -dólar blue-. En los 90, una avalancha de inversionistas chilenos creyeron en el futuro de Argentina. Al poco tiempo, la gran mayoría tuvo que abandonar Argentina por falta de certeza jurídica, por medidas económicas inapropiadas y por un modo de hacer negocios con exceso de «viveza criolla».
Con más de 5.000 kilómetros de frontera común –la tercera más extensa del mundo– Chile quisiera estar más cerca de Argentina, tener más comercio bilateral y confiar en su vecino.
La realidad es que un país, cuya vicepresidenta ha sido condenada por ladrona, aún mantiene un apoyo duro de un 30 % de la población, se puede concluir que algo congénito está sucediendo.
Cuando uno visita la Feria Ganadera en la Rural de Palermo, y conversa con gauchos, con la guitarra chalchalera como música de fondo, parece uno estar cerca del cielo. Pero si salimos a los arrabales bonaerenses y percibimos in situ cómo la pobreza crece y crece y las políticas públicas son ineficaces y todo recae en la culpabilidad del Fondo Monetario Internacional, nos acercamos al infierno.
Argentina, campeona del mundo de fútbol, pero también de prórrogas de deudas, y de no cumplir sus compromisos, nos preocupa no solo el presente sino también el futuro. Hoy la discusión se centra en definir quienes serán los candidatos para las elecciones presidenciales del 22 de octubre próximo.

En busca de un candidato

Los peronistas-izquierdistas-anarquistas esperan definir su candidato y la oposición está entrampada en su definición entre Horacio Rodriguez Larreta –hoy Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires– y Patricia Bullrich ex ministra de Seguridad de la Nación, perteneciente a la coalición Juntos por el Cambio.
Por otro lado, entra a la lucha Javier Milei -Diputado de la Nación- perteneciente al espacio La Libertad Avanza, de tendencia derechista. Milei ha sido un duro opositor y denunciante frontal de las políticas del presidente Alberto Fernández, quien ya anunció que no irá a una reelección.
La pregunta del millón es: ¿cómo Argentina sale del pozo profundo en que se encuentra? No hay respuesta fácil.

Algunas sugerencias: 1- Lo primero es que sería deseable que los delincuentes se fueran para la casa

Algunas sugerencias: 1- Lo primero es que sería deseable que los delincuentes se fueran para la casa. 2- Que ojalá asuma un gobierno con un alto porcentaje de apoyo. 3- Que tal como lo hizo Chile, bajo el gobierno militar tras el gobierno del marxista Salvador Allende, Argentina debe abrirse al mundo, facilitar de a poco las importaciones de bienes de capital, aunque esto tenga efectos de corto plazo en el ya exiguo nivel de reservas. 3- Producir bienes en los que tenga ventajas comparativas. 4- Promover de manera sostenida y confiable las exportaciones. 5- Promover la inversión extranjera con leyes no discriminatorias. 6- Llevar adelante un plan coherente y sostenido de control de la inflación que permita recuperar la fe en el país y lograr así un tipo de cambio estable. 7- Incorporar a los sindicatos de trabajadores razonables -no los extremos- a un gran acuerdo por la producción. 8- Generar un sistema previsional en que cada uno sea responsable de su futuro. 9- Eliminar de manera sostenida los subsidios a las tarifas en la energía. 10- Reducir drásticamente el tamaño del sector público. 11- Recuperar la reputación del mercado financiero para poder acceder a financiamientos a tasas competitivas.
Argentina tiene los recursos, tiene la potencialidad, pero requiere de un acuerdo nacional pro sinceramiento de la realidad y un compromiso país por trabajar más, hablar menos y cumplir la palabra empeñada.
  • Andrés Montero es columnista, escritor y empresario chileno