Nuevos combustibles
Los coches eléctricos se han convertido en tema habitual de conversación. Todos tenemos un familiar o conocido que ya conduce un coche eléctrico y confirma estar feliz de ello. Este tipo de conversaciones suelen evolucionar hacia comentarios que hacen referencia a los coches de hidrógeno como la verdadera solución al problema de los combustibles. Algo que en la actualidad dista mucho de la realidad...
Para empezar hay que matizar lo que es un coche de hidrógeno. Un coche de hidrógeno no deja de ser un coche eléctrico, pero que en lugar de tener un cable y un enchufe para recargar la batería, dispone de un sistema interior que es capaz de producir su propia energía eléctrica. Para ello se sirve precisamente del hidrógeno como base. Esa energía se almacena en una pequeña batería que sirve para mover el motor del coche.
La idea es genial, pues el hidrógeno es el elemento de la tabla periódica que más abunda en el universo. Muy por encima de cualquier otro, como el litio que sirve de base a las baterías, pero también es cierto que su obtención en estado puro no es nada sencilla.
Más que sencilla deberíamos decir que su obtención no es económica, pues es necesaria una reacción química que consume mucha energía. Realmente estamos consumiendo energía para producir energía.
El modelo actual se basa en tratar de conseguir la mayor cantidad de hidrógeno al menor coste posible en términos energéticos. Y este es el camino en el que más hemos avanzado.
El siguiente problema llega a la hora de almacenarlo y transportarlo. Es un gas inestable y además es inflamable, lo tiene todo para provocar un accidente. Pero tengamos en cuenta que la gasolina es altamente inflamable y nadie parece preocupado por ello.
El transporte del hidrógeno debe realizarse en tanques a una presión muy elevada, lo que complica aún más la manipulación de este gas. En paralelo se necesitan unas condiciones de temperatura estables en el exterior, que no pueden ser ni muy altas ni muy bajas, para poder repostar los coches.
Esta peculiaridad provoca habitualmente que en California, uno de los paraísos de los coches de hidrógeno, se tengan que cerrar los surtidores de este gas (hidrogeneras) por las altas temperaturas, lo que provoca largas colas de espera.
El descontento con el hidrógeno va más allá, de hecho Honda ha retirado de la venta en California su modelo Clarity por estos problemas, mientras que Toyota ofrece suculentos descuentos en la compra de sus modelos movidos por este combustible.
Se trata de un combustible que tampoco está exento de algunos incidentes importantes, por ejemplo en 2019 estalló una hidrogenera en Noruega. Lo que provocó el cierre temporal de todas las del país hasta que se aclararon las causas.
A día de hoy el parque de coches de hidrógeno en España no supera las 20 unidades. Hay dos modelos a la venta, el Hyundai Nexo y el Toyota Mirai.
El Hyundai Nexo fue el primer coche de hidrógeno que se puso a la venta en España en 2018. Es SUV compacto de hidrógeno con 163 caballos de potencia y un precio de 69.000 euros. Tiene una autonomía de 666 kilómetros.
El Toyota Mirai es una berlina tradicional de cuatro puertas. En este caso tiene 180 caballos, cuesta 69.000 euros y su autonomía es de 650 kilómetros.
Respecto al coste del hidrógeno, en España vale en torno a los 10 euros/kilo. Si tenemos en cuenta que el consumo de ambos ronda los 0,8 kilos a los 100 kilómetros, significa que el coste a los 100 kilómetros ronda los 8 euros.
Aunque hay que tener en cuenta que en España a día de hoy sólo hay seis hidrogeneras ubicadas en Madrid, Sevilla, Zaragoza, Huesca, Albacete y Puertollano. Por ello que hablemos de que aún falta tiempo y una inversión millonaria para contemplar la posibilidad del coche de hidrógeno como una realidad. Por esta razón pese a que muchos fabricantes disponen ya de coches de hidrógeno, estos no se venden en España.
En paralelo algunas marcas como Lexus prueba ya la tecnología de motores movidos por hidrógeno como combustible. Motores de funcionamiento tradicional pero alimentados por hidrógeno en lugar de gasolina. Algo interesante, pero que aún forma parte del futuro.
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