La diferencia de precio entre gasolina y diésel ha llegado para quedarse

La diferencia de precio entre gasolina y diésel ha llegado para quedarse

Las razones por las que no volverás a pagar el diésel más barato que la gasolina

Con el gasóleo unos 20 céntimos más caro que la gasolina, resulta difícil justificar la compra de un coche diésel. La mejor forma de acabar con ellos

El gasóleo ha sido estigmatizado desde hace años como el gran ‘cáncer’ de la contaminación. Cargándole con la responsabilidad de gran parte de los problemas de emisiones y del efecto invernadero de occidente.
Una verdad a medias en la que no se ha dado a los fabricantes de coches ni capacidad de respuesta. Directamente, han tenido que aparcar sus eficaces motores diésel y ponerse a trabajar en una incierta electrificación que ha traído unos coches que en el fondo nadie quería y para los que las infraestructuras no están preparadas. Nos referimos a los híbridos y a los eléctricos.

¿Quién quiere la electrificación?

Hace ya semanas que el litro de gasóleo superó en precio al litro de gasolina. Una diferencia estabilizada ya entre los 15 y los 20 céntimos por litro. Queramos o no esta va a ser la tendencia, que es muy posible que se vaya a acentuar aún más con el paso del tiempo.
Es cierto que las tensiones internacionales derivadas de la guerra en Ucrania han provocado una escasez de este valioso combustible. Esto ha generado desabastecimientos en los mercados internacionales, hasta el punto de que en países como China han limitado ya el consumo de gasóleo a los camiones a 100 litros al día.
La subida del gasóleo ha llegado para quedarse

La subida del gasóleo ha llegado para quedarse

Mientras, algunos fabricantes como Renault ofrecieron alternativas como nuevos ciclos de catalización para reducir aún más las emisiones. Incluso la utilización de aditivos más allá del AdBlue para hacerlos prácticamente neutros en emisiones. Pero el lobby ecologista europeo había firmado ya la sentencia de muerte para este combustible a la sombra del dieselgate.

La estocada definitiva

Tras el aumento de precio hay que ver la estocada definitiva de la que se va a servir Europa en su apuesta por la desaparición del gasóleo para uso particular. Lógicamente, los propios conductores renunciaremos a la utilización del gasóleo cuando su precio deje de justificarlo.
En esta ecuación hay una incógnita aun por resolver. La mayor parte de los vehículos de transporte y numerosas industrias a día de hoy dependen del gasóleo, lo que hace inviable su rápida desaparición.
La realidad es que la demanda sigue siendo muy alta en Europa, con un parque móvil diésel que aún ronda el 50 %. Este incremento de la demanda no hace sino ‘tensionar’ aún más el precio de este combustible, que no parece tener un tope definido a medio plazo.
El litro de diesel y el de gasolina se han igualado

Respostar gasoleo, un gesto aún habitualEuropa Press

A todo esto hay que añadir que la guerra de Ucrania ha generado tensiones muy importantes tanto en el flujo y los precios del petróleo como en los del gas. Y, una pequeña curiosidad; en el refinado del gasóleo se utiliza obligatoriamente el gas. Además de otros productos químicos que también se han encarecido.

En plena tormenta perfecta

Sin duda la tormenta perfecta para el sector de la automoción, en la que ya se alzan voces con acento germano que abogan por retrasar los plazos de una incierta electrificación. Mientras que los motores diésel siguen demostrando su valía cada vez que tienen ocasión, con unos consumos a los 100 kilómetros en la barrera de los 4 litros, unas autonomías superiores a los 1.000 kilómetros y un confort de uso excelente.
Algo está cambiando en todo esto cuando el Grupo VW ha sustituido recientemente a su CEO Herbert Diess, firme defensor de la electrificación, por Oliver Blume, ex responsable de Porsche, y que es un fiel creyente en los combustibles alternativos. Tal y como demuestra con su apoyo a la fábrica chilena de combustibles sintéticos que financió en parte durante su etapa en Porsche.

Relevo significativo en VW

En este contexto y a las puertas del invierno, estación en la que se dispara el consumo de gasóleo, parece complicado imaginar algo que pueda 'invertir' la tendencia al alza del precio del gasóleo.
Comentarios
tracking