La perspectiva de género llega hasta las autoescuelas
Seguridad
La DGT pedirá conocimientos en «perspectiva de género» para aprobar y renovar el carnet de conducir
Se trata de un modelo ya aplicado en Argentina, un país con un índice de fallecidos en carretera seis veces superior al español
La Dirección General de Tráfico ha publicado un informe en el que pide «incorporar módulos de género obligatorios en los programas para obtener y renovar el permiso de conducir». Por primera vez asistimos a un acercamiento a la seguridad vial desde la perspectiva de género, con matices que rozan estereotipos como la violencia de género del hombre conductor contra la mujer conductora.
Se trata de una perspectiva ya empleada en Argentina, donde se imparten cursos en valores de igualdad y deslegitimación de la violencia contra las mujeres para la obtención del carnet de conducir, con el desarrollo de conceptos como feminicidios, travesticidios, identidad de género, roles, estereotipos…
Argentina es el ejemplo a seguir
Resulta llamativo que se tome como referencia el caso de Argentina, que según estadísticas de 2020 registró 7.000 fallecidos en carretera, frente a los poco más de 1.000 en España para una población total muy similar en ambos casos: 45 millones de personas España frente a 45 millones en Argentina.
Infografía de los motivos que justifican que los hombres conducen peor
Cuando aún no se ha materializado el programa definitivo sobre las prometidas clases de seguridad vial y conducción que la DGT plantea dar en los colegios para reducir la siniestralidad, un informe encargado por el organismo presidido por Pere Navarro, y por el que ha pagado 13.000 euros, expone la necesidad de poner sobre la mesa la perspectiva de género en la formación vial.
En el estudio «La Seguridad Vial desde la Perspectiva de Género» se expone literalmente la necesidad de «incorporar módulos obligatorios en los programas para obtener el carnet de conducir». Justifica su posición haciendo referencia a determinadas estadísticas, en algunos casos discutibles, que no dejan en buen lugar a los varones conductores, lo que no justifica su estigmatización.
Hablan las estadísticas
La justificación llega de la mano de estadísticas como que hasta un 80 % de los fallecidos en carretera son hombres y que los hombres no sólo tienen más accidentes en carretera, sino que los que tienen son más graves y tienen consecuencias fatales para un mayor número de personas.
A favor de los hombres hay que decir que asumen el rol de conductor con mayor frecuencia que las mujeres, especialmente en carretera. En concreto las estadísticas señalan que se ponen al volante 5,2 días a la semana, frente a 4,8 días de las mujeres. Datos que pueden llegar a justificar en parte realidades como que los hombres tienen el triple de probabilidades que las mujeres de tener un accidente de tráfico grave.
Párrafo del informe de la DGT donde se alude a la necesidad de incluir contenidos con perspectiva de género
También es cierto que los varones caen en conductas de riesgo con mayor facilidad que las mujeres, pues de nuevo las estadísticas indican que hasta un 75 % de los positivos por alcoholemia en carretera son hombres. Del mismo modo infringen con mayor frecuencia el código de circulación. Se trata de dos infracciones muy graves respecto a las cuales se espera una labor de concienciación social independientemente del género.
La seguridad vial no tiene género
En este caso la reflexión que traslada la DGT hasta la sociedad es que, si somos capaces de introducir los valores relacionados con la prudencia, no violencia, respeto a las normas, tranquilidad y paciencia al volante en los hombres, mejorarían sus tasas de accidentes. Una reflexión que estigmatiza al conductor masculino haciéndole asumir un papel en el que predomina la agresividad, el riesgo y la velocidad… Una reducción demasiado simplista.
Es por ello que el estudio propone unos talleres y unas enseñanzas específicas en diferencias de género tanto a los conductores que quieren renovar su carnet de conducir como a los que quieren sacárselo por primera vez.
Se trata de una aproximación cuando menos cuestionable hacia la realidad de los accidentes en carretera, pues supone dar por sentado que las mujeres conducen mejor que los hombres, lo que podría dar pie a realidades de difícil justificación.
Esto se podría traducir en seguros, alquileres y renting más caros para hombres que para mujeres, o a tasas y precios de multas y sanciones diferentes en función del género. Incluso podríamos llegar a ver peajes más caros en carretera para los conductores varones.
Conductores empoderadas
Por último, propone también la realización de programas de empoderamiento de la mujer al volante, que les permita solucionar sus problemas en carretera sin ayuda externa, con un mayor conocimiento de la mecánica y del automóvil en general. Para lo cual recomienda de nuevo replantear los roles desde la infancia y los juguetes de los niños, en los que predominan los coches, camiones…
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