Tipo Ikea
Eléctrico y reciclable. Así define la empresa sueca Luvly su nuevo coche eléctrico. Porque es un coche, con sus ruedas, volante, motor… y es eléctrico, porque va impulsado por una batería que ofrece 100 kilómetros de autonomía.
Por lo demás, lo que ofrece esta marca es un coche sostenible y ligero que dicen esta inspirado en la «tecnología de carreras de fórmula lenta». La descripción que se hace de este coche en su web parece escrita por la mismísima Greta Thunberg, porque el vehículo respeta a los peatones, a los animales y a «todo lo demás» además de cuidar el medio ambiente.
Si vamos a lo importante, es decir, a las características del Luvly, tenemos un coche de 2,7 metros de largo por 1,5 de ancho y 1,4 de alto. Algo muy pequeño que puede circular a 90 km/h y tiene un consumo de 6kWh cada 100 km y un maletero de 267 litros. Aseguran que es un coche seguro porque tiene «absorbedores de energía y una cubierta de seguridad compuesta tipo sándwich que protege a los pasajeros».
Se conecta con su dueño mediante una aplicación que le permite conocer el estado del Luvly y de la batería que, explican en la web, es fácilmente intercambiable por lo que es posible que se pueda cargar en casa.
En esa obsesión por ser sostenible, Luvly explica en su web que reducen el impacto medioambiental porque «todas las piezas de los vehículos Luvly son reciclables y la mayoría se pueden fabricar con materiales renovables».
Este coche se venderá por unos 10.000 euros gracias a que se envía en paquetes planos en donde cada contenedor puede llevar hasta 20 coches que se envían a concesionarios con acuerdo, donde son montados y entregados a sus dueños.
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