
Los policías municipales miden la velocidad desde la la orilla
Sanciones
Radares de velocidad en el mar: si corres ya no te escapas ni en moto de agua
Además de controles de velocidad, se están llevando a cabo test de alcoholemia entre los conductores de todo tipo de embarcaciones
A la sombra de una legislación muy permisiva, las motos de agua junto a otras embarcaciones de recreo se han convertido en una de las mayores diversiones del verano.
Por un precio entre 50 y 100 euros, conductores sin la menor experiencia en embarcaciones y que jamás han guiado ningún tipo de embarcación más allá de una colchoneta hinchable, puede tener su bautizo marítimo a los mandos de estas.
Divertidas pero peligrosas
Es obvio que las motos de agua son extremadamente divertidas y que no son difíciles de conducir, pero no parece de recibo que completos novatos en el mar puedan ponerse a sus mandos llevando en muchos casos a su hijo 'de paquete'.

Una patrullera de la Guardia Civil colabora en los operativos
Iniciativa en Málaga
Tanto es así que el año pasado la Policía Municipal de Málaga ya puso en funcionamiento un dispositivo de control para este tipo de embarcaciones de recreo.

También se realizan test de alcoholemia
Los operativos cuentan con la colaboración de una patrullera de la Guardia Civil, que vigila para que los ‘patrones’ de estas embarcaciones no se den a la fuga, pues tanto los controles de velocidad como los de alcoholemia los lleva a cabo la Policía Municipal desde un espigón o desde la propia playa.
Radar portátil
Para ello cuentan con un radar portátil de última generación iguales que los de la DGT. Habitualmente realizan las pruebas de velocidad en los canales náuticos de acceso y salida al mar, donde según la Ley de Costas la velocidad está limitada a 3 nudos, 5 kilómetros/hora.

Los papeles y el seguro también deben estar al día
El año pasado, el primero en activo, llegaron a multar en un solo fin de semana a 18 motos de agua por diversos motivos además del exceso de velocidad, como no llevar chaleco salvavidas o no colaborar con la justicia. Afortunadamente ninguna de las sanciones fue por alcoholemia.