
Hay una excepción que puede hacer que las placas no sean consecutivas
Práctico
El procedimiento de la DGT que falsea las matrículas que salen a la calle
La Dirección General de Tráfico es el organismo encargado de otorgar las matrículas, siguiendo el orden lógico del sistema alfanumérico, casi siempre
El sistema de matrículas español lleva en funcionamiento desde 1900, año en que la proliferación de los vehículos obligó al Gobierno de la época a poner en funcionamiento un distintivo que les permitirá identificarlos por motivos de control.
Inicialmente se trataba de un sistema numérico, que se usó hasta 1971. Posteriormente, hasta 2000, se optó por un sistema provincial alfanumérico, mientras que a partir de entonces se optó por el actual.
Tres evoluciones
Tras el sistema de matrículas hay numerosas curiosidades, desde particulares que esperan meses hasta dar con la combinación buscada hasta conductores que rematriculan sus coches para evitar combinaciones malsonantes o similares.

El sistema español quita las vocales para evitar palabras malsonantes
Quedan matrículas para rato
Para los más caprichosos la realidad es que es complicado actualmente elegir una determinada combinación de matrícula, por ejemplo las iniciales de nombre y apellidos, lo que no quita que lo intenten.
Afortunadamente aquí no ocurre como en los Estados Unidos o en algunos países árabes, donde se pagan verdaderas millonadas por llevar matrículas personalizadas que en numerosas ocasiones no son numéricas.

La historia de España está plagado de matrículas curiosas
La DGT informa con cierto retraso de la última matrícula otorgada, mínimo de 24 horas, lo que provoca que sea muy impreciso. Por ello la web www.dieselogasolina.com informa casi en tiempo real, pues utiliza información de particulares de lo que sucede en los concesionarios.
Aunque existe siempre un desajuste provocado por la DGT, pues otorga paquetes de matrículas por orden a las Jefaturas Provinciales de Tráfico, lo que puede provocar que se matricule antes un coche con una matrícula posterior, en función de la provincia en la que tiene lugar la venta o matriculación del coche. Un funcionamiento que falsea el orden lógico.