La maniobra no puede ser más sencilla

La maniobra no puede ser más sencilla

Práctico

Un lavacoches nos cuenta su truco secreto para dejar un coche como nuevo

Este truco de operario de lavadero permite lograr un acabado impoluto en la carrocería del coche a la hora de pegarle una buena 'ducha'

De acuerdo con las estadísticas, los españoles solemos lavar el coche cada dos semanas de media aproximadamente. Preferimos los lavaderos de pistola de presión a los túneles automáticos e invertimos algo menos de 3 euros en esta operación.
Como todas las medias estos datos son siempre aproximados, habrá quién no lave el coche en semanas y quién lo lave a diario, de la misma forma que habrá quién invierta verdaderas fortunas en lavados a mano y quién confíe la maniobra a viejos y destartalados túneles que más que lavar rallan y decapan la pintura.

Cuantas menos máquinas mejor

En este caso no cabe la menor duda de que el mejor lavado es siempre el que hacemos a mano, si puede ser con agua templada para que la suciedad salga con más facilidad y con detergentes neutros y evitando productos agresivos para la carrocería.
Al fin y al cabo la carrocería del coche no deja de ser como la piel del cuerpo humano, expuesta a innumerables agresiones cada día.
Hay decenas de productos diferentes para el lavado del coche, cuanto más neutro y suave: mejor

Hay decenas de productos diferentes para el lavado del coche, cuanto más neutro y suave: mejor

En este caso conviene comenzar con un aclarado de agua para que retire todo el polvo de cristales y de la carrocería para evitar rallarla.
Después llega la hora del enjabonado con esponja, con un producto especial y en caso de no tener podemos optar por un jabón que incluye algún producto antigrasa, por ejemplo un lavavajillas puede ser una buena opción.

Elige bien el producto

A la hora del aclarado es recomendable volver a utilizar agua templada para retirar todos los restos de jabón, que en este caso pueden llegar a ser corrosivos para la pintura, conviene también aclarar los bajos del coche con agua, pues especialmente en invierno se acumulan restos de sal de las que echa la DGT en las carreteras.
Con esta sencilla maniobra se consigue un acabado único

Con esta sencilla maniobra se consigue un acabado único

Por último el truco definitivo que nos llega desde esta empresa de lavado consiste en secarlo con una toalla grande estirada y hacerlo por grandes franjas.
Hay que tener mucho cuidado de que en la carrocería no queden rastros de arena ni nada parecido que pueden arañarla, es también muy importante que la toalla sea de un material muy suave, como por ejemplo de doble nudo de algodón e intentar dar una sola pasada, de esta forma evitaremos que el agua deje rastro al secarse sobre la pintura o los cristales.
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