Seguridad
Hace ya años que la DGT lleva trabajando sobre una modificación en profundidad del protocolo para la renovación del carnet de conducir. Las modificaciones afectarían tanto a los períodos de renovación como a las pruebas psicotécnicas.
Si la semana pasada fue Bruselas quién desautorizó a la DGT al aprobar el Parlamento Europeo por mayoría que ningún estado miembro puede variar los periodos de renovación del carnet de conducir en función de la edad, pues se trataría de una discriminación, hace ya tiempo fue la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien recomendó públicamente que se debería permitir que los mayores de 65 años sigan conduciendo mientras demuestren que están en plenas facultades.
Pero mucho más allá de conjeturas, las estadísticas indican que los mayores de 65 años no solo no constituyen el colectivo que más accidentes registra en carretera, sino que está entre los que menos.
Cualidades como su experiencia al volante y su prudencia así lo respaldan. Diversos estudios de siniestralidad demuestran que el riesgo de accidente de este colectivo es equivalente al comprendido entre los 45 y 54 años e inferior al de 55-65 años, toda una declaración de intenciones respecto a los colectivos sobre los que hay que trabajar, en este caso los más jóvenes.
En este caso la OMS considera un derecho fundamental la movilidad para mantener la calidad de vida, así como un ejercicio mental que permite mantenerse pleno en sus facultades mentales.
En paralelo el Parlamento Europeo tampoco respaldó la idea de endurecer el examen psicotécnico a este colectivo para no estigmatizarlo ni caer en actuaciones edadistas que ya han denunciado en numerosas ocasiones.
Bruselas considera un derecho adquirido conducir y que debe ser el propio titular del carnet quien debe expresar su intención voluntaria de dejar de conducir como una decisión propia, en ningún caso la DGT ni ningún organismo rector del tráfico, que debe limitarse a poner restricciones puntuales en caso de problemas de visión, oído o similares.
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