La formación teórica también forma parte de los cursos

Aún faltan por conocer prácticamente todos los detalles del curso

Fallecidos en carretera

¿Por qué el curso que pide la DGT a los conductores de coche para usar motos de 125 no sirve para nada?

El sector de las motos de 125 teme la entrada en funcionamiento de una medida que afectaría muy negativamente tanto a las ventas como a la electrificación de las ciudades

Los fabricantes de motocicletas de 125 siguen muy preocupadas ante el cataclismo de ventas que puede producirse tan pronto como la DGT ponga en marcha el curso obligatorio para conducir motos de 125 anunciado a principio de este año.
En este caso, ya que la propia DGT tomó como ejemplo el modelo francés para la creación de este curso, merece la pena recurrir al caso francés para ver lo que ocurrió allí cuando el Gobierno puso en funcionamiento este procedimiento, tras lo cual las ventas de este tipo de vehículos cayeron por encima de un 40 %.

Un cataclismo

Un verdadero drama que Pere Navarro trata de suavizar diciendo que se trata de un «mini curso» para que los conductores tengan unas nociones básicas de motos antes de salir a la calle en una de estas características.
En enero a DGT habló de pruebas de pericia y equilibrio

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La realidad es que con los datos en la mano la puesta en funcionamiento de este curso no tiene demasiado sentido y menos aún si lo que pretende la DGT es reducir la siniestralidad en carretera.

Crecen los fallecidos

Es cierto que en 2023 de los 1.145 decesos que se produjeron en carretera, 300 fueron motoristas, 45 más que el año 2022, pero basta analizar las estadísticas y los datos existentes tras los siniestros para descubrir que el colectivo de usuarios de motos de 125 no está especialmente castigado por los fallecidos.
Esta decisión va afectar mucho a la nueva movilidad

Los accidentes no suelen ocurrir en ciudad ni en moto de 125

De hecho los datos de la propia DGT, dos de cada tres fallecidos en vehículo de dos ruedas conducía una moto de elevada cilindrada, no de 125. Por si esto fuera poco, las motos de 125 ruedan habitualmente en ciudad, mientras que 8 de cada 10 decesos se han producido en carretera.

Ni ciudad ni 125

Por si esto fuera poco, el patrón que suele repetirse entre los conductores suele ser hombre, entre 35 y 65 años y con una década de experiencia en el carnet de moto. Esto quiere decir que el impacto de este curso podría ser más anecdótico que real sobre los siniestros en carretera.
En este caso tanto usuarios como fabricantes de motocicletas están en contra de una medida que tan sólo podría beneficiar económicamente a las autoescuelas, si es que son ellas las encargadas de dar los cursos y a la propia DGT vía los ingresos por tasas de examen.
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