Esta sencilla maniobra puede alargar la vida útil de un automóvil
Cuida tu coche
¿Cuánto tiempo hay que esperar antes de parar el motor del coche?
Con este simple gesto ayudarás a cuidar el propulsor de tu coche, evitando averías graves cuya reparación puede costar miles de euros
Un automóvil está compuesto por más de 100.000 piezas, muchas de ellas metálicas, móviles y en constante fricción, lo que obliga a lubricar las zonas de contacto y a refrigerarlas mientras el motor está en funcionamiento.
Por ello los motores tienen que utilizar aceites cada vez más sofisticados y de mayor calidad, un producto que es un seguro de vida en materia de fiabilidad mecánica.
La clave de usar buen aceite
La función del aceite es reducir al mínimo el rozamiento de las partes móviles. Muchas de ellas, como el turbo, giran a alta velocidad, por lo cual necesitan refrigeración y lubricación constante, pues de lo contrario podría llegar a fundirse por la temperatura.
La temperatura de funcionamiento de un motor es muy elevada
Los turbo se volvieron muy populares con la venta masiva de motores diésel, aunque hoy la reducción de emisiones ha provocado que sean también muy usados en los coches de gasolina. Sin duda, una pieza crítica del motor que conviene cuidar.
Atención al turbo
En este caso, uno de los cuidados tan efectivo como sencillo pasa por tener un poco de paciencia cuando paramos el coche tras haber estado conduciendo durante un rato largo. Se trata de una maniobra obligada en carretera, pero que puede venir muy bien también a diario, sobre todo porque no cuesta nada.
Los turbo pueden girar 150.000 veces por minuto
En este caso, el conductor debe tener la prudencia de no apagar el motor del coche directamente cuando paramos a echar gasolina o hemos llegado a nuestro destino. En ningún caso hablamos de estar 10 minutos con el motor arrancado, sino que basta con aplicar la norma del minuto.
La regla del minuto
60 segundos son más que suficientes para asegurar que la lubricación del motor y, sobre todo, la refrigeración siguen en funcionamiento mientras la temperatura del coche baja.
Como ya hemos dicho, esta maniobra ayuda a cuidar de toda la mecánica del motor y en particular de partes tan sensibles como el citado turbo, una pieza cuya avería está por encima de los 1.000 euros.
