Acceso al túnel del Negrón
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Negrón: los secretos de un túnel que separa dos estaciones… y no son del tren
A caballo entre la realidad y la ficción, el mítico túnel del Negrón ha llegado a convertirse hasta en protagonista de películas
Corrían los años 60 cuando el Gobierno de Franco hizo suya la preocupación por crear un túnel que uniera la meseta con Asturias, una alternativa más rápida y segura que el Puerto de Pajares para cruzar desde León hasta el Principado.
Tras más de una década en estudio las obras comenzaron en 1976 de la mano del ingeniero Vicente Tercero López. Una obra faraónica que pese a estar presupuestada en unos 19.000 millones de pesetas (114 millones de euros) se fue por encima de los 70.000 millones (420 millones de euros) a causa de las dificultades que se fueron encontrando según horadaban la montaña.
Asturias, en el mapa
Una obra en la que trabajaron más de 1.300 obreros y que finalmente fue inaugurada en 1983. Con 4,1 kilómetros de longitud había nacido el sexto túnel más largo de España. En 1997 se terminó con un segundo túnel integrándose en la AP-66.
Interior del túnel del Negrón
Nadie entonces sabía muy bien la entidad de una obra que pondría a Asturias en el mapa de España y de Europa, aunque tal y como es habitual en España pronto surgieron las bromas y las anécdotas con un túnel que parecía permitir cambiar de estación a los conductores, pues entrabas en verano por la vertiente leonesa y salías en pleno invierno por la asturiana.
La salida asturiana del túnel del Negrón
Nunca cuatro kilómetros de distancia acercaban y alejaban tanto dos regiones españolas. Un túnel que toma el nombre del pico que atraviesa y que cruzan cada día unos 8.000 vehículos.
Dos estaciones
Más allá de las bromas y la épica de esta obra, lo científicos hablan de un efecto muy peculiar llamado efecto Föhn o Foehn, que se produce cuando en una montaña una de las laderas da al mar y una masa de aire asciende por ella. Conforme este aire se enfría se condensa y se forman las nubes o la niebla, siempre en altura.
Justo lo contrario que ocurre en la otra ladera, pues aquí desciende viento seco por la misma y va ganando temperatura, por lo que da la sensación de que a un lado hace calor y luce el sol mientras el contrario siempre está nublado.
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