Un ladrillo en la mano, curiosa costumbre
Tráfico
¿Por qué en este país los peatones cruzan las calles con un ladrillo en la mano?
Lo que nació como una broma va camino de convertirse en una realidad que podría extenderse a otros lugares
Hasta el momento teníamos catalogado a este país como un lugar civilizado, pero algún tipo de problema deben tener en materia de seguridad vial cuando algunos ciudadanos han tomado la decisión de poner dispensadores de ladrillos en los pasos de peatones más conflictivos.
Los hechos han tenido lugar en la ciudad canadiense de Vancouver, en una de las calles que dan acceso peatonal a la isla de Granville, en concreto en uno de los pasos de peatones en los que en los últimos cuatro años se han registrado 10 accidentes por atropello con un resultado de 5 fallecidos.
Accidentes con fallecidos
Inicialmente la iniciativa partió de un grupo de ciudadanos que velan por la seguridad vial y que se hacen llamar Vision Cero, en alusión al objetivo de alcanzar cero fallecidos por accidente de tráfico.
La filosofía es coge un ladrillo y deja un ladrillo
Estos ciudadanos optaron por una decisión un tanto atrevida para llamar la atención el día de los inocentes en Canadá (1 de abril). La iniciativa consistía en poner un contenedor de ladrillos al inicio del cruce para coger uno y otro a la salida para depositarlo, invitando a los peatones a cruzar la calle con el ladrillo en la mano.
Ladrillo en mano
Una broma con la que se trataba de amedrentar a los conductores que circulaban demasiado rápido por la zona y no respetaban el paso de peatones. La acción tuvo tal repercusión que los responsables han decidido mantenerla en el tiempo más allá del día de los inocentes en este país.
El ladrillo debe ser bien visible para los conductores
El ayuntamiento de Vancouver no parece estar muy feliz con la iniciativa, de hecho ha dicho que hace ya tiempo que ha tomado medidas en la zona para mejorar la seguridad vial como por ejemplo reducir la velocidad máxima de los vehículos a 30 kilómetros/hora.
En paralelo la instalación de nuevas señales de peligro está en proceso, algo que no debería demorarse demasiado tiempo.
La realidad es que aunque los ladrillos son de goma, la iniciativa ha logrado el efecto buscado y los vehículos ya respetan el paso de cebra y los peatones cruzan con más tranquilidad, de hecho desde el 1 de abril no se ha registrado ningún incidente en el lugar.
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