Conductor escoge carburante diésel para su coche

Conductor escoge carburante diésel para su coche

Problemas mecánicos

La avería que afecta con frecuencia a los coches con motor diésel

Pese a que algunos fabricantes ya no venden coches de gasóleo, este sigue siendo el combustible más vendido en entre los coches de segundamano

La preocupación por las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) de los coches con motor de gasóleo, los diésel de toda la vida, llevó a los fabricantes a la creación de sofisticados catalizadores y procedimientos químicos que eliminan las partículas más nocivas de los gases de un coche antes de enviarlas a la atmósfera.
En el año 2006 el AdBlue marcó un antes y un después en este tipo de procesos, pues el producto químico conocido como urea AUS32 pasó a formar parte del día a día de los conductores de coches con motor diésel y de camión.

Muy habitual

Este producto se almacena en un pequeño depósito que normalmente se reposta junto a la boca de combustible del coche y permite recorrer miles de kilómetros sin acordarnos de él. Es un producto muy económico, cuesta en torno a 0,60 céntimos por litro, y su consumo es entre un 3 % y un 5 % respecto al de combustible.
El tapón azul sirve para repostar adBlue

El pequeño tapón azul sirve para el AdBlue

El paso de los años ha permitido saber que pese a tratarse de un producto incoloro, no tóxico y seguro de manipular, tiene algún inconveniente que afecta a sus usuarios. Por un lado al tratarse de un derivado de la urea tiene un profundo olor a orina, por lo que no conviene manchar ni el coche ni las manos al repostar.

El verdadero peligro

Por otro lado se trata de un producto que cristaliza con facilidad, lo que provoca problemas de mecánica mucho más graves. Por un lado su facilidad para cristalizar y el tratarse de un producto corrosivo para el metal pueden provocar problemas estéticos importantes en el coche si se derrama sobre la carrocería de un automóvil.
AbBlue cristalizado sobre la carrocería de un coche

AbBlue cristalizado sobre la carrocería de un coche

Por otro, esta capacidad de cristalizar puede provocar que si usamos poco un automóvil acabe cristalizando en el propio depósito, en los conductos o en los filtros por los que pasa hasta el sistema de catalización del vehículo.
Se trata de una avería cara e incómoda, pues cualquier tipo de problema relacionado con el AdBlue, incluso cuando se gasta provocan que el motor se pare y no vuelva a arrancar hasta que rellenemos el depósito. Se trata de una medida de protección para evitar que circulemos con emisiones elevadas de productos contaminantes.
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