Dejar las llaves del coche puestas, una medida de seguridad que debería ser habitual
Siniestros
La situación en la que los bomberos piden a los conductores que dejen las llaves del coche puestas
Se trata de una medida de seguridad que se ha hecho popular tras una serie de actuaciones en situaciones muy delicadas
Recientemente hemos asistido a una verdadera epidemia de incendios en los Estados Unidos que ha sembrado California de destrucción. Miles de casas y coches fueron pasto de las llamas en tres de los incendios más graves que recuerda el país.
Como si se tratara de una película de ciencia ficción, miles de ciudadanos tuvieron que abandonar sus hogares, colapsando las carreteras durante su huida.
Huida a la carrera
El problema es que las carreteras terminaron por bloquearse por completo, con lo que ante el miedo a las llamas que se acercaban peligrosamente muchos de los conductores huyeron y dejaron allí tirados sus vehículos.
Los bomberos tuvieron que enfrentarse a miles de coches abandonados
Salvando las distancias, esto es algo similar a lo que ocurrió recientemente en la madrileña M-40, una de las vías de circunvalación más importantes. En este caso el incendio de un vehículo dentro de un túnel provocó que los bomberos pidieran a los conductores que abandonaran sus coches y salieran a pie del túnel para evitar intoxicaciones por humo.
Las llaves, puestas
En todos estos casos existe un denominador común, los servicios de emergencia pidieron a los conductores que dejasen las llaves del coche puestas.
En Estados Unidos acabaron moviéndolos con maquinaria pesada
De esta forma, si necesitan moverlos para crear un carril urgente de acceso o salida o por cualquier otro motivo no se ven obligados a arrastrarlos tirando de ellos con camiones o directamente moverlos con un toro mecánico o cualquier otro tipo de maquinaria pesada que, literalmente, los destroza. De hecho, en California los bomberos terminaron moviendo los coches a golpe de bulldozer.
De esta manera si dejamos las llaves no tienen más que arrancarlos y moverlos a otro sitio. En este caso la realidad es que el riesgo de robo es bastante pequeño y, a cambio, se puede facilitar muchísimo el trabajo de los servicios de emergencia, que pueden mover un vehículo en cuestión de segundos y sin mayor dificultad.
