Madrid colapsado en las aplicaciones de navegación

Madrid colapsado en las aplicaciones de navegación

El apagón

El día en que Google Maps se colapsó, la Guardia Civil cerró los accesos a la capital y nadie podía llegar a ningún sitio

Bastaron minutos sin semáforos para que las calles y arterias principales de las ciudades colapsaran víctima de miles de coches que buscaban atajos para llegar hasta su destino

Bastaron unos pocos minutos a partir del apagón para que las calles y avenidas de las principales ciudades españolas sencillamente colapsaron.

A la falta de semáforos había que sumar la prisa de muchos conductores por llegar a sus domicilios y no respetar la preferencia de paso, clave cuando sencillamente no existen señales a las que obedecer tal y como ocurrió ayer.

Sin semáforos

A todo esto hubo que sumar millones de peatones deambulando durante horas camino de sus casas sin tener muy claro si optar por esperar el autobús o seguir caminando. La tormenta perfecta a la había que sumar la saturación de los autobuses, que circulaban en servicios mínimos y llenos hasta la bandera y la paralización de actividades del Metro.

Cientos de personas esperando un autobús que no llegaba

Cientos de personas esperando un autobús que llegaban con cuentagotas

Así era cuestión de minutos que a causa de las caídas de cobertura de internet para que los principales programas de navegación sencillamente colapsaran, mostrando una imagen curiosa de ver que jamás se había dado en ciudades como Madrid, con todas las calles en rojo.

Un rato antes la DGT ya recomendaba no circular con los vehículos salvo que fuera estrictamente necesario, pero siempre la curiosidad puede a muchos que optaron por salir andando o en coche a ver qué pasaba.

Atasco en Madrid por el apagón

Atasco en Madrid por el apagón

En paralelo centenares de personas se agolpaban en lugares donde algún vecino ponía el volumen de la radio del coche alto o sencillamente colocaba un altavoz para que todos pudiera escucharlo, escenas propias de un conflicto bélico.

En Madrid colapsaron las principales avenidas. El bloqueo de la A-6, donde hay numerosos núcleos residenciales se extendió rápidamente por todo el barrio de Moncloa y las principales arterias del oeste de la capital, colapsando también la M-30 y l aM-40.

Buscando atajos

Miles de conductores que trabajan fuera de la capital trataron también de volver a Madrid lo que terminó por saturar los accesos, de manera que la Guardia Civil optó por cortes puntuales durante horas en las principales carreteras de acceso a la capital, para evitar meter más coches en lo que ya era una jaula perfecta, con los coches directamente parados en lugares como la plaza de Castilla.

Finalmente en torno a las 9 de la noche con el regreso de la luz a gran parte de la capital los semáforos volvieron a funcionar y se recuperó cierta normalidad más allá de las miles de personas que permanecían en las calles por simple curiosidad o tratando de regresar a sus casas.

Los taxi y los cabify tuvieron un papel protagonista

Los taxi y los cabify tuvieron un papel protagonista

Durante estas horas se pudo comprobar de nuevo lo mejor y lo peor del ser humano, pues tanto los vehículos de transporte privado tipo Uber y en los taxi hubo de todo, desde los que se ciñeron a tarifa hasta los que cobraron en mano por desplazamientos puntuales muy por encima de tarifa.

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