BMW X3  Buscando el coche perfecto: SUV, diésel, muy rápido y con tracción integral

Hace unos meses que llegó a España la cuarta generación del BMW X3, un vehículo que se ha convertido en todo un icono para la marca germana tanto por el volumen de ventas como por ser el coche que en 2003 metió a la firma en el universo SUV compacto tras el X5.

Un coche que en el momento de su lanzamiento en 2003 no se entendió muy bien, pues nadie asimilaba que un coche tuviera apariencia de todoterreno pero que no tuviera capacidades off road reales y que además pudiera venderse bien.

Así es la carrocería

En este caso la evolución estética es muy suave, pese a medir algunos milímetros más que su predecesor, el nuevo X3 parece algo más compacto y bajo que su predecesor, una concesión estética que puede ayudar mucho en materia de emisiones y consumos.

El frontal mantiene los dos riñones característicos de la marca si bien los grupos ópticos son ahora algo más pequeños, una estética muy BMW que sigue convenciendo a los seguidores de la marca, al fin y al cabo el paso de los años han convertido a este modelo en uno de los más tradicionales de BMW en el que no caben revoluciones de imagen.

Así es por dentro

El interior nos sorprende tan pronto como nos subimos al coche, con un salpicadero enorme forrado en tela de un tacto muy peculiar que está presidido por dos pantallas de generoso tamaño unidas bajo un marco común, la de la izquierda sirve de cuadro de instrumentos y ofrece una lectura correcta mientras que la central sirve para la multimedia y la mayor parte de automatismos, que también podemos manejar desde el mando tradicional circular de cristal, aunque bajo nuestra opinión sigue siendo algo más confuso.

Tal y como es habitual en la marca destacan un volante pequeño y muy mullido que resulta extremadamente agradable y unas butacas de excelente sujeción. En materia de habitabilidad el X3 es capaz de igualar e incluso superar a su competencia directa los Audi Q5 y Mercedes GLC, con un maletero excepcional de 570 litros de capacidad.

Nos gustan mucho las plazas traseras, amplias y con la posibilidad de manejar el climatizador para cada uno de los ocupantes posteriores, que además pueden reclinar el asiento ligeramente.

Así es el motor

En materia de motores la gama está compuesta por una variante diésel de 197 caballos, objeto de la prueba, a lo que hay que sumar dos gasolina de 208 y 398 caballos y una variante híbrida enchufable con etiqueta cero que entrega 300 caballos de potencia. Todas las versiones disponen de cambio automático y de tracción integral 4x4, con un precio de partida de 63.000 euros, ligeramente más alto que su predecesor.

En su puesta a punto la marca ha dado prioridad a compaginar la comodidad de los ocupantes, no olvidemos el espíritu familiar del modelo, con la deportividad de tactos, que se traduce en una dirección muy rápida y precisa, que en este caso gana mucho en conducción respecto a su predecesor.

Así va en carretera

En materia de suspensión y tal y como es habitual la marca ofrece una opción deportiva M, más dura que la de serie y una alternativa regulable en dureza, bajo nuestro punto de vista en este caso la suspensión de serie montara por la unidad probada es más que suficiente para la gran mayoría, y tan solo aquellos que conducen habitualmente por puertos de montaña a un ritmo alegre pueden sacarle partido a alguna de las otras opciones.

El motor es la guinda de un conjunto muy equilibrado, un propulsor diésel de cuatro cilindros que empuja con contundencia incluso cargados y que aporta mucha seguridad, pues los adelantamientos o recuperaciones en autopista son sencillamente brillantes, con una media de consumo en torno a los 8 litros en conducción normal, lo que está muy bien y lleva a autonomía a los 1.000 kilómetros. a todo esto hay que sumar la etiqueta Eco por la microhibridación.

En materia de equipamiento una vez más la marca germana ofrece la oportunidad de elegir infinidad de extras y caprichos que pueden disparar el precio de la unidad por encima de lo imaginable, lo que no quiere decir que sea necesario ni recomendable volverse loco al configurar nuestro X3, pues la básica es más que suficiente.