Imagen del radar en cuestión de la calle Formentor
Sanciones
El radar rotativo que tiene 'fritos' a decenas de ricos y conocidos de una urbanización de lujo
Finalmente los residentes han logrado que los tribunales acepten un recurso que supone la anulación de sus multas
Boadilla del Monte, en Madrid, es uno de los municipios con mayor renta per cápita de la capital y de España. Allí hay una pequeña urbanización de chalets llamada Bonanza que saltó a los medios hace un par de años por un radar que el ayuntamiento instaló a petición de algunos vecinos y que llegó a poner casi 200 multas en una sola hora.
El radar está ubicado en la calle Playa de Formentor, una de las principales arterias de la urbanización, una calle en la que pese a los límites de velocidad y a los badenes y resaltos era habitual que los coches fueran a velocidades inapropiadas.
Límite de 30 km/h
Así las cosas algunos vecinos lograron que el Ayuntamiento pusiera un radar de velocidad en esta vía, en la que luce un límite de 30 kilómetros/hora.
Imagen posterior de la caja del radar que se confunde con los árboles
Circular a 20 kilómetros a la hora es prácticamente imposible, pues a poco que la calle tenga cierto desnivel los vehículos superan esa velocidad, por lo que hay que frenar y sujetar el coche cada pocos metros.
Difícil ir tan despacio
Este problema provocó que algunos de los actores, presentadores y deportistas que viven allí recibieran numerosas multas, algunos de ellos pagaron, mientras que más de 300 vecinos directamente presentaron un recurso ante las instancias oportunas, caso que posteriormente llevaron a los tribunales.
Uno de los principales problemas es que se encuentra en lo alto de un poste metálico, camuflado por las ramas de los árboles y no muy bien señalizado, por lo que ni siquiera resulta sencillo de ver.
Parece ser que el radar tampoco está bien señalizado
Finalmente un tribunal de Madrid terminó por darle la razón a los conductores por un simple defecto de forma, pues el Ayuntamiento de la localidad en respuesta al recurso olvidó justificar adecuadamente el límite de velocidad de la calle, un problema más que suficiente para que se anularan las sanciones según establece la sentencia.
De acuerdo con el tribunal, la denuncia vulnera la presunción de inocencia del conductor, razón para anular la sanción de 300 euros, una sentencia que podría aplicarse al resto de recursos presentados por motivo similar.
Parece que el Ayuntamiento tendrá que justificar ahora el límite de velocidad de la calle en los nuevos recursos, a la vez que debe anunciar adecuadamente el radar con la señal específica regulada, tal y como establece la ley.
