Los fabricantes europeos preparan ajustes millonarios en sus plantas
Industria
Adiós a 150.000 empleos y una decena de fábricas: alarma en el automóvil tras los aranceles pactados por Bruselas
Este acuerdo podría ser la puntilla para un sector que ha perdido cualquier margen de maniobra financiero al pagar el desarrollo de la nueva generación de coches eléctricos
Conforme se van conociendo nuevos detalles sobre el acuerdo firmado por la actual presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y Donald Trump crece el pesimismo en la industria europea de las cuatro ruedas.
Los aranceles de un 15 % son una muy mala noticia para un sector que atraviesa la mayor crisis de su historia. Hay que tener en cuenta que respecto al resto de mercados mundiales de automóviles, que ya han recuperado los niveles de ventas y producción previos a la epidemia de Covid, el automóvil europeo no ha logrado salir de la unidad de cuidados intensivos.
Todavía en la UCI
La raíz del problema es que cada vez se venden menos coches fabricados en Europa, lo que está obligando a los fabricantes a estudiar seriamente el cierre de factorías y ajustes de personal en todo el continente.
Los fabricantes europeos se enfrentan a una crisis de sobreproducción
Las razones son varias, por un lado el mercado europeo cada vez es menor, no solo no han logrado alcanzarse las cifras previas a la epidemia, sino que las ventas en el Viejo Continente van camino de estancarse. Para hacernos una idea 2019 se cerró con unas ventas cercanas a las 16 millones de unidades, mientras que en 2024 no se alcanzaron ni los 13 millones.
Caen las ventas
Este problema se agrava porque aunque la tarta del mercado es más pequeña, hay que contar con un invitado más que llega muy hambriento, que son los fabricantes chinos, que tienen ya un 10 % de cuota y van camino del 20 %, que es su objetivo de ventas para el año que viene.
El problema de fondo es que cada vez se venden menos coches europeos en todo el mundo, lo que significa que hay que fabricar menos
Por si esto fuera poco la demanda de coches europeos en China también se ha ralentizado de manera muy importante, el coche europeo ha dejado de ser un coche aspiracional y se ha convertido en un coche tecnológicamente atrasado respecto a los coches chinos.
Las marcas europeas en China han dejado de ser aspiracionales
Por si esto fuera poco el Gobierno chino ha apelado al sentimiento patriótico entre sus ciudadanos para que compren coches de producción local, con incentivos como tipos de interés cero en las financiaciones.
La madre China
Los recientes aranceles suponen la puntilla a esta situación, pues aunque todavía no se sabe muy bien cuánto todo indica a que ese 15 % de sobreprecio que van a tener que pagar los coches europeos que se vendan en los Estados Unidos van a ser un lastre muy importante para la industria los fabricantes del Viejo Continente.
Hace unos meses que la patronal europea del sector, ACEA, anticipaba que unos aranceles del 25 % supondrían la pérdida en Europa de unos 250.000 empleos en el sector, un dato del que podemos extrapolar que con unos aranceles del 15 % podríamos hablar de hasta 150.000 despidos.
Un impacto brutal sobre un sector que emplea directamente a 2,5 millones de personas, 13 millones si analizamos también los empleos indirectos. Actualmente Europa exporta a los Estados Unidos unos 800.000 coches al año por un importe de unos 40.000 millones de euros.
Las marcas chinas ganan cuota en Europa a marchas forzadas
Alemania y las marcas premium Audi, BMW y Mercedes, serían sin duda las más perjudicadas, aunque ya contemplan incrementar su producción en sus plantas en USA, lo que sigue perjudicando a Europa, pues se trata de coches que se dejan de producir aquí.
También es cierto que son marcas caras y sus compradores pueden asumir con menos problemas un incremento del precio que otras como Volkswagen o Volvo.
