Imagen de un vehículo similar al subastado
Clásicos
La marca que ha tenido que vender uno de los coches más valiosos de su museo
La firma ha vendido un deportivo de 2006 que llevaba años en su colección a través de una conocida sala de subastas
El mundo de los coches clásicos y exclusivos ha pegado un auténtico pelotazo los últimos años, convirtiéndose en un valor refugio al nivel del oro o de las obras de arte. De hecho hace solo unas semanas que Carlos Sainz junior comentaba que invertía buena parte de sus ingresos en coches únicos de la marca Ferrari por este motivo.
Este tipo de vehículos no solo no pierden dinero, sino que se revalorizan con el paso de los años y se convierten en auténticas obras de arte, de hecho muchos de estos coches acaban en museos y algunos propietarios los colocan como objetos decorativos en el salón de casa.
Piezas de museo
En este caso uno de los fabricantes más conocidos del mundo, la norteamericana Ford, ha abierto de par en par las puertas de su museo para dejar salir una de las piezas más valiosas.
Museo de Ford, con un GT40 original en primer plano
Se trata de un Ford GT de segunda edición, un coche que la marca lanzó en los años 2000 para rendir homenaje al GT40 original, un coche del que existen muy pocas unidades en el mundo y que tienen un precio muy elevado.
El vehículo subastado fue fabricado en 2006, se trata de un GT Heritage con el número 003 de un total de 500 unidades, un coche que tiene un motor gasolina V8 de 500 caballos de la época con un cambio manual y que rinde homenaje a los grandes coches de competición de los años 60 que lograron hacerle frente a Ferrari en los circuitos..
El Ferrari de Ford
Se trata de un coche tecnológicamente avanzado, pues cuenta con un sistema que permite incluso subir y bajar la altura de la carrocería para pasar por bordillos y badenes, una auténtica joya del automóvil que además lleva los colores de la petrolera Gulf, como el modelo de la época.
El Ford GT con los colores de Gulf que lucían en los 60
Una auténtica joya que al final fue adjudicado por un precio de unos 640.000 euros, que serán destinados a la conservación de los vehículos de la colección de Ford, la verdad es que es una verdadera pena que una firma opte por desprenderse de sus piezas más valiosas, pues una vez fuera es literalmente imposible recuperarlas.