Las etiquetas van a seguir formadas por las mismas categorías

Las etiquetas van a seguir formadas por las mismas categorías

Ley de inmovilidad

El Gobierno renuncia a cambiar las etiquetas y demuestra que son una excusa para desguazar millones de coches

España tiene actualmente un parque móvil de más de 30 millones de vehículos, muchos de los cuales van a ir al desguace por no tener la etiqueta adecuada pese a estar bien cuidados

Esta misma semana el Gobierno renunciaba oficialmente a llevar a cabo una modificación de las etiquetas medioambientales de la DGT, algo que ha anunciado en varias ocasiones durante los últimos años y que incluso formaba parte del proyecto de la Ley de Movilidad Sostenible.

Finalmente en la versión definitiva de la Ley que pasó por el Congreso y el Senado no hay la menor referencia a una actualización de las etiquetas medioambientales, o lo que es lo mismo el Gobierno ha renunciado a modificarlas con tal de aprobar esta Ley que llevaba en tramitación desde la primera legislatura de Pedro Sánchez.

La ley de la antimovilidad

Esta ley va mucho más allá de fomentar el uso de patinetes y bicicletas en las ciudades, pues la misma autoriza asuntos tan serios como la puesta en marcha del proyecto de peajes de carretera en todas las autopistas españoles o de los peajes urbanos que van a poder poner en marcha los ayuntamientos que lo deseen.

La nueva Ley de Movilidad va a cambiar las ciudades tal y como las conocemos

Peatones, bicis y patinetes: nuevas estrellas de la movilidad

El Gobierno habría cedido a determinadas presiones con intereses en el automóvil que no quieren un cambio en las etiquetas medioambientales, aunque cualquier con dos dedos de frente sabe que las etiquetas de hoy además de injustas son una mera excusa para mandar millones de coches al desguace.

Las etiquetas de la vergüenza

Para empezar las etiquetas B, C, Eco y Cero fueron otorgadas a los coches en 2016 en función del año del matriculación del vehículo y no de las emisiones contaminantes reales, pero hay que tener en cuenta que muchos coches con más años de antigüedad tienen menores emisiones que otros más modernos.

Por si este error que ya provocó el achatarramiento de miles de coches no fuera suficiente, en su momento se permitió que coches con pequeños motores eléctricos que no mueven ni los limpiaparabrisas sean calificados como híbridos, eufemísticamente microhíbridos, y se le otorgó la etiqueta Eco, cuando no la merecían.

Tras la denominación híbridos hay muchas mentiras

Tras la denominación híbridos hay muchas mentiras

Así nos encontramos con SUV híbridos con más de 600 caballos que pertenecen a esta categoría y disponen de privilegio como aparcar en el centro de casi cualquier ciudad a precio ventajoso.

Enchufables: el colmo

En la categoría de los Cero la excepción la constituyen los híbridos enchufables, un tipo de vehículo cuyas ventas caen en toda Europa excepto en España, donde permiten disponer de esta ventajosa etiqueta Cero aunque no cargues tu coche híbrido una sola vez en años y lo uses con el motor de combustión, que además es más contaminante que un motor convencional, pues debe cargar con el peso del sistema eléctrico.

Un verdadero desastre que no tiene réplica en ningún otro país europeo, pues en ninguno la clasificación medioambiental es tan falsa como aquí.

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