Las respuestas en redes han sido multitudinarias
¿Son seguras?
El vídeo que muestra los fallos de visibilidad de la baliza V16 por la noche
La DGT ha defendido la transición a la V16 argumentando que evita que los conductores tengan que bajarse del vehículo para colocar los triángulos
La implantación obligatoria de la baliza V16 a partir del 1 de enero de 2026, destinada a reemplazar a los triángulos de emergencia, se ha convertido en uno de los temas más controvertidos del momento en materia de tráfico. Lo que inicialmente se presentó como un avance para mejorar la seguridad en carretera está generando un rechazo creciente entre los conductores.
La discusión ha dado un salto en intensidad tras circular masivamente un vídeo grabado en una carretera de Barcelona. En la grabación se ve un coche parado en el arcén con los intermitentes funcionando y la V16 colocada en el techo.
Lo que ha impactado a quienes la han visto es el contraste: los intermitentes dominan completamente la escena mientras que la baliza apenas destaca, hasta el punto de que muchos espectadores aseguraban que tuvieron que fijarse varias veces para encontrarla.
El vídeo, que en apenas unos días ha acumulado millones de reproducciones, ha derivado en un aluvión de comentarios de sorpresa, ironía y enfado, alimentando la percepción de que el dispositivo que sustituirá a los triángulos puede resultar poco eficaz.
Los avisos previos de los especialistas
Antes incluso de la polémica, varios profesionales del motor ya habían expresado sus dudas sobre la utilidad real de la V16. En general, advertían que el dispositivo presentaba problemas importantes, especialmente en zonas con mala visibilidad, como curvas o cambios de rasante.
El vídeo ha sido interpretado por muchos como la demostración práctica de esas advertencias. Aunque sobre el papel la V16 debe verse desde un kilómetro de distancia, la experiencia mostrada en la grabación sugiere que, compitiendo con las luces del vehículo, su alcance visual se reduce notablemente.
Humor, enfado y desconfianza
Las respuestas en redes han sido multitudinarias. Algunos usuarios bromeaban sobre lo complicado que resultaba localizar la baliza en el vídeo, mientras que otros criticaban la eliminación de los triángulos. A su vez, no faltaron quienes acusaban a la administración de imponer un cambio que consideran injustificado y sancionable con 200 euros.
La DGT ha defendido la transición a la V16 argumentando que evita que los conductores tengan que bajarse del vehículo para colocar los triángulos, lo que reduce el riesgo de atropello. Sin embargo, la conversación pública se centra ahora en si la baliza resulta realmente visible cuando más se necesita.
