A día de hoy ningún fabricante europeo ha dado con la clave del coche eléctrico
Emisiones
Bruselas prepara una alternativa al coche eléctrico para no hundir la industria europea del automóvil
Tensiones internas han retrasado la presentación de un plan completo de ayuda a la industria del automóvil que no se conocerá hasta enero, aunque a mediados de diciembre se hará público un avance referido al coche eléctrico
El sector del automóvil europeo contenía ayer la respiración a la espera de que Bruselas anunciara su plan auto para los próximos años, un gran paquete de ayuda a la industria del automóvil que entre otras cosas contiene medidas con tintes proteccionistas para el automóvil local y una alternativa a la imposición del coche eléctrico.
Parece ser que a última hora discrepancias internas referentes a las flotas de empresa, que en teoría van a tener que ser obligatoriamente eléctricas, han retrasado la publicación del paquete de medidas hasta el 16 de diciembre, aunque el plan completo no se conocerá hasta enero.
El automóvil europeo, en la UVI
La Unión Europea parece estar atada de pies y manos pues es víctima de la hoja de ruta que firmó hace años cuando se comprometió a imponer el coche eléctrico en todo el territorio comunitario pero sin citar al coche eléctrico, pues entonces optó por utilizar el término de vehículos cero emisiones, pues entonces nadie contaba con que la evolución de los motores de combustión y de los carburantes demostraría que los motores tradicionales no son incompatibles con las cero emisiones.
Europa considera que los combustibles renovables formarán parte del futuro
Tal y como reconocen ahora prácticamente la totalidad de los fabricantes, dar marcha atrás al coche eléctrico es impensable después de que las marcas hayan invertido más de 200.000 millones de euros en esta tecnología, pero lo que sí que existe es la posibilidad de matizar el camino hasta la llegada del coche eléctrico permitiendo el uso de otras tecnologías.
Esclavo de las cero emisiones
Esto hace que el plan que presente Bruselas o bien el 16 de diciembre o bien en enero no vaya a dar marcha atrás al coche eléctrico, pero sí va a dar cabida a alternativas que afectan fundamentalmente a los coches híbridos y a los coches con motor de combustión.
Tal y como cuentan a El Debate fuentes cercanas a Bruselas, si no hay novedades de última hora el Plan Auto Europa va a permitir el uso de híbridos de autonomía extendida, que permiten autonomías superiores a los 1.500 kilómetros mientras el coche funciona constantemente en modo 100 % eléctrico con un motor de combustión de muy bajo consumo, y a los combustibles sintéticos y a los renovables o biocombustibles de segunda generación.
Volkswagen ya ha presentado algún prototipo híbrido de autonomía extendida
La clave no va a estar tanto en retrasar las dos fechas clave que atenazan al sector –el 1 de enero de 2035 cuando estará prohibido vender coches con motor de combustión y el 1 de enero de 2050 cuando estará prohibido conducirlos–, como en ampliar las alternativas funcionales al coche eléctrico, de manera que sea al final el comprador quien elija la tecnología que más le conviene siempre dentro de opciones cero emisiones.
La clave: cero emisiones
El problema para Bruselas es que las presiones de Alemania para proteger su industria automotriz le están obligando a hacer encaje de bolillos para cambiar el plan sin dar marcha atrás en su hoja de ruta hacia el coche eléctrico, por lo que no le queda otro camino que ser flexible y abrirse a alternativas energéticas que favorezcan más a la industria europea, pues el coche 100 % eléctrico nos deja en manos de China.
La UE busca que Europa sea autosuficiente en materia de baterías
En paralelo, el Plan Auto de Bruselas incluye también otras medidas mucho más amplias como favorecer la industria europea de fabricación de baterías y reducir la dependencia China u obligar a las fábricas chinas en Europa a trabajar con un porcentaje elevado de componentes comunitarios, poniendo en marcha un sistema de supercréditos a los fabricantes que produzcan en territorio comunitario cumpliendo con estas exigencias, algo que estará dentro de la ley de aceleración industrial.
Hablamos, eso sí, de un paquete de ayudas siempre en positivo y no negativas como podrían ser los aranceles ya en vigor y que, tal y como han demostrado, perjudican incluso a la industria europea.