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26 de abril de 2024

Robert McFarlane fue un oficial militar y político estadounidense

Robert McFarlane fue un oficial militar y político estadounidenseKenneth C. Zirkel

Robert McFarlane (1937-2022)

El influyente asesor de Reagan que cayó en desgracia

Su imprudente actuación en el caso de las ventas de armas a Irán truncó lo que podía haber sido una gran carrera diplomática y política

Robert McFarlane fue un oficial militar y político estadounidense
Nació el 12 de julio de 1937 en Washington y falleció el 12 de mayo de 2022 en Landings (Michigan).

Robert Carl McFarlane

Consejero de Seguridad Nacional

Oficial del Cuerpo de Marines entre 1959 y 1979, en 1980 integró el equipo de asesores del entonces candidato Ronald Reagan, a quien sirvió como consejero Nacional de Seguridad entre 1983 y 1985.

Robert McFarlane fue el único alto cargo de la Administración Reagan implicado en el escándalo de las ventas de armas a Irán en aceptar su plena responsabilidad. Y con un hondo sentido de culpa, plasmado en un intento de suicidio a principios de 1987, más de un año después de su renuncia como Asesor Nacional de Seguridad. Pero no más allá de lo que le correspondía: solo reconoció su participación en la vertiente estrictamente «iraní» del caso. No la «nicaragüense».
El camino hacia el precipicio político se hizo irreversible el 6 de agosto de 1985, día en que Ronald Reagan autorizó, con el apoyo de McFarlane, pero con la oposición de los secretarios de Estado y de Defensa, George Shultz y Caspar Weinberger, de un centenar de misiles autoguiados antitanque Tow a Irán para facilitar la liberación de rehenes norteamericanos secuestrados por grupos próximos al régimen iraní.
El producto de la venta iría destinado a financiar la guerrilla de la guerrilla, llamada «Contra», que intentaba derrocar al sandinismo nicaragüense. Una jugada a tres bandas. Irán y Nicaragüa eran dos de los asuntos internacionales que más preocupaban a Reagan, si bien el Congreso había prohibido tanto la venta de armas al país islámico como la ayuda financiera a los guerrilleros del país centroamericano. Reagan lo sabía; McFarlane, también.
Por eso, según documenta Stephen Graubard en The Presidents, el primero recomendó al segundo «proceder despacio» y «cerciorarse de las personas con las que tratamos antes de que vayamos demasiado lejos». El Asesor Nacional de Seguridad obedeció hasta que, en diciembre de 1985, consciente de la grave crisis política en ciernes, renunció a su cargo. También para proteger, en la medida de lo posible, al presidente.
Esto último lo logró a medias: Reagan evitó una comparecencia judicial, pero escándalo empañó el último tramo de su segundo mandato. McFarlane, por su parte, fue condenado a una pena suspensiva de dos años de cárcel y a 20.000 dólares de multa antes de ser indultado por George Bush, que, como vicepresidente de Reagan, apoyó la operación con Irán.
El episodio quedará para siempre, pese al indulto, asociado a un McFarlane que también protagonizó otras polémicas durante los dos años que pasó en la Casa Blanca. Una de ellas, aún hoy sujeta a controversia, es el atentado que costó la vida a 241 marines –patrullaban bajo bandera de la ONU– en 1983 en Beirut. McFarlane era un firme partidario de la participación militar estadounidense en aquella operación.
Asimismo, aunque con consecuencias menos trágicas, se distinguió al introducir en la Casa Blanca a la peculiar sovietóloga Susanne Massie, que influyó notablemente y a su manera -siempre informal- en las relaciones de Reagan con Mijail Gorbachov, para consternación de muchos otros asesores presidenciales.
Los años con Reagan fueron, para McFarlane, la culminación algo agria de una gran carrera que hunde sus raíces en 1959, cuando recién diplomado por la Academia Naval de Annapolis, este hijo de un congresista demócrata ingresó en el Cuerpo de Marines. En 1965 llegó a Vietnam y destacó al frente de una batería de Artillería en el primer desembarco estadounidense en el país asiático. Repitió otra pequeña hazaña tres años después durante la Ofensiva del Tet.
Entre ambas estancias obtuvo un título académico en Relaciones Internacionales en Ginebra: pues no solo estaba hecho para el combate; también estaba proyectado para servir en las alturas, llegando a la Casa Blanca de Richard Nixon en 1971, antes de ser nombrado ayudante militar de Henry Kissinger en el Departamento de Estado. Hasta que el sucesor de Nixon, Gerald Ford, le reclamó de nuevo para su Oficina. McFarlane terminó su trayectoria castrense en 1979, con rango de teniente coronel, al frente de la simbólica guarnición de Okinawa. Al margen de sus errores, algunos garrafales, poco se puede pedir más a un soldado.
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