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05 de mayo de 2024

Sir Michael Parkinson (1935-2023)

Sir Michael Parkinson (1935-2023)JUSTIN TALLIS (AFP)

Sir Michael Parkinson (1935-2023)

El entrevistador más querido de Gran Bretaña

Marcó una época en la BBC con el programa que llevaba su apellido y por el que pasaron, entre otros, Orson Welles, Katherine Hepburn, Frank Sinatra, Ingrid Bergman, Fred Astaire, Shirley MacLaine, Robert Mitchum, Bette Davis o Madonna

Sir Michael Parkinson (1935-2023)
Nació en Cudworth (Yorkshire) el 28 de marzo de 1935 y falleció en Bray (Berkshire) el 16 de agosto de 2023

Sir Michael Parkinson

Empezó como colaborador de diversos medios, fue corresponsal de guerra en el Congo y columnista de deportes antes de emprender una excepcional e inolvidable trayectoria como entrevistador en la Bbc. Fue armado caballero (Sir) en 2000 por el entonces Príncipe de Gales y recibió, un lustro más tarde, la Encomienda de la Orden del Imperio Británico.

Llegó John Lennon a la BBC y advirtió a Michael Parkinson de que no le preguntara sobre sus años en los Beatles -el grupo se había escindido poco antes- porque la única razón de su presencia en los estudios de la cadena pública era la promoción de su mujer, Yoko Ono allí presente. De lo contrario, Parkinson tendría que seguir haciendo la entrevista desde el interior de una bolsa de plástico.
El entrevistador dialogó durante unos minutos con Ono, antes de dirigirse a Lennon y preguntarle por los motivos que desembocaron en el final de los Beatles. El cantante, ni corto ni perezoso, se levantó y dijo a Parkinson: «Te quiero en el saco». Había traído consigo un gran saco negro y, para deleite del público del estudio, el Parkinson satisfizo la extravagante petición y se cubrió de plástico antes de retomar la entrevista. Lennon, por su parte, contestó a la entrevista.
Parkinson encarnaba prototípicamente la profesionalidad del entrevistador televisivo, con la que deleitó a los televidentes de la BBC en dos etapas: entre 1971 y 1982 y entre 1998 y 2007. En la primera etapa, su programa, de frecuencia bisemanal, congregaba a una media de 11 millones de personas, con picos ocasionales de hasta 17. Según explica The Daily Telegraph, «como periodista era agudo, irreverente y divertido, especialmente cuando escribía sobre deporte», en clara alusión a sus influyentes columnas sobre la materia tanto en el diario conservador como en The Times.
En televisión, sin embargo, “adoptó una personalidad más emoliente. Describía un programa de entrevistas como un ‘acto antinatural entre adultos que dan su consentimiento en público’, y determinaba que el entrevistador sólo tenía una tarea: ‘sacar lo mejor de sus invitados, y no tratarlos [como para que ofrezcan] la exhibición de su propio ingenio y opiniones’". Una combinación, pues, bastante exitosa de rigor y entretenimiento que manejaba con la sabiduría del periodista de raza que era.
A esa original combinación se sometieron estrellas de talla mundial como Orson Welles, Katherine Hepburn, Frank Sinatra, Ingrid Bergman, Fred Astaire, Shirley MacLaine, Robert Mitchum, Bette Davis, Madonna. Todos ellos salieron satisfechos del ejercicio. Con todo, hubo experiencias más amargas. Por ejemplo, con Muhammad Ali, uno de los «plusmarquistas» del programa con cuatro invitaciones.
En una de ellas, el boxeador estimó oportuno despreciar a Parkinson al soltarle que «no estaba intelectualmente a su altura». En cambio, fue el entrevistador quien se mostró impertinente, e incluso machista, con Helen Mirren. Tras describirla como la «reina sexual» de su compañía de teatro, le preguntó si su «equipaje» le impedía ser reconocida como una artista dramática seria. También resultó fallida, años más tarde, la entrevista con Meg Ryan.
Podrá parecer sorprendente, pero Parkinson era, ante todo, un frustrado jugador de cricket. Ese deporte, tan popular en Gran Bretaña, fue su vocación inicial. Al ser consciente de que no alcanzaría el nivel requerido, empezó a colaborar en diversas cabeceras de su Yorkshire natal, potenciándose su inclinación definitiva hacia el periodismo durante la intervención militar anglofrancesa en el Canal de Suez, en 1956, donde se hizo cargo de las relaciones en nombre del Ejército británico. Una inmejorable manera de curtirse antes de iniciar una gran carrera.
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