Shabtai Shavit (1939-2023)
Dirigió el Mossad durante el proceso de paz con los Palestinos
Inspirador y ejecutor de varias operaciones de choque del servicio de inteligencia, sus análisis impulsaron a Yitzak Rabin a negociar con Yasir Arafat
Nació el 17 de julio de 1939 en Nesher (Palestina) y falleció el 5 de septiembre de 2023 en Sicilia (Italia), donde se encontraba de vacaciones
Shabtai Shavit
Formado en la Armada israelí, sirvió en las fuerzas especiales. Colaborador del Mossad desde 1964, lo dirigió entre 1989 y 1996.
Shabtai Shavit fue nombrado director del Mossad, la agencia de inteligencia israelí afrontaba, impuesto por la nueva realidad geoestratégica, un cambio de paradigma. Según escriben Michael Bar-Zohar y Nissim Mishalen «Mossad, the secret operations of the iseraeli secret service», la agencia «tuvo que asumir gradualmente operaciones contra peligros no convencionales y no militares que acechaban al Estado de Israel». Entiéndase, principalmente, la recrudescencia del terrorismo.
Shavit recogió el guante y adaptó a sus subordinados a las nuevas exigencias. Uno de los primeros en experimentarlo fue Fatih Shaqaqi, jefe de la Yihad islámica en Palestina y responsable de la muerte de 21 israelíes en enero de 1995. El problema radicaba en que Shaqaqi apenas salía de Siria donde vivía protegido por el régimen de Hafez el Assad. Shavit anunció al entonces primer ministro Yitzak Rabin que el Mossad disponía de los medios y logística necesarios patea asesinarle en su país de residencia.
Mas el gobernante objetó que mantenía un discreto diálogo con Assad, por lo que una acción en territorio sirio podría estropear años de esfuerzos. El director del Mossad ordenó a sus servicios que rastreasen las costumbres de Shaqaqi durante sus escasos viajes al extranjero. Descubrieron que siempre hacía escala en Malta. Por eso, cuando, a finales de octubre de 1995, aterrizó en La Valeta de camino a Libia -donde tenía previsto participar en una conferencia de organizaciones terroristas palestinas-, una unidad del Mossad empezaron a seguirle en moto por todas partes. En el momento más oportuno, le abatieron a balazos. La operación fue llevada a cabo de forma impecable.
El director del Mosad ya acumulaba experiencia en la materia: estuvo al frente del equipo que, en 1978, introdujo dosis de veneno letal en la caja de bombones destinada al muy goloso Waddie Haddad, líder del Frente Popular de Liberación de Palestina y artífice, dos años antes, del secuestro y posterior desvío de un vuelo de Air France repleto de turistas israelíes. Shavit también fue el responsable de reclutar y formar –a principios de los ochenta– a la agente «Cindy», encargada de seducir a Mordejai Vanunu, el científico desertor de alto nivel que se había llevado documentos en su equipaje. Y tuvo una participación destacada, ya como director del Mossad, en la espectacular repatriación de 16.000 judíos etíopes en 1991, exitosa aventura pese a las desavenencias entre Shavit el entonces jefe de Estado Mayor del Ejército, teniente general Amnon Lipkin-Shahak.
Sin embargo, su principal contribución en sus siete años al frente del Mossad fueron sus agudos análisis de inteligencia, que animaron al Gobierno de Rabin a iniciar las conversaciones con los palestinos que desembocaron en los Acuerdos de Oslo y en la paz, por separado, con Jordania, que Shavit impulsó personalmente.
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