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23 de abril de 2024

Pecados capitalesMayte Alcaraz

Las 200 carcajadas de 'Pam'

A juzgar por su actitud, es legítimo pensar que la segunda de Irene Montero se troncha con casos escalofriantes

Actualizada 01:30

Mientras Bolaños pide las sales contra el PP y Vox en Castilla y León, hay 200 depredadores sexuales en nuestras calles que un día violaron, asaltaron, agredieron a una vecina, a una sobrina, a una prima, a una hija, a una nieta, a varias amigas, a muchas niñas, a adolescentes, a menores. Las que se autodenominan feministas, y no son más que paniaguadas viviendo del erario público gracias al estado marital de una ministra que igual-da, elaboraron un bodrio legal que ha beneficiado a esas bestias o directamente las ha excarcelado. A estas indocumentadas parece hacerles mucha gracia los beneficios penitenciarios a la peor calaña de delincuentes. Ja ja ja, rieron a mandíbula batiente cuando la secretaria de Estado, Ángela Rodríguez 'Pam', ironizó sobre esta aberración.
A juzgar por su actitud, es legítimo pensar que la segunda de Irene Montero se troncha con casos escalofriantes: por ejemplo, parece refanfinflarle que un profesor de inglés de un colegio de San Sebastián de los Reyes, al que le habían caído seis años y nueve meses por abusos sexuales a varios alumnos, a los que ofrecía dinero, haya sido excarcelado. O que, a un condenado por abusar de su sobrina de cuatro años mientras le ponía una película de Harry Potter, la Audiencia de Madrid haya restado dos años a su pena. O que un indeseable que agredió en 2018 a una discapacitada en la capital de España haya sido liberado tras rebajarle la condena a cuatro años.
Sería bueno saber si a 'Pam' y a la patulea que le acompaña les produce esas sonoras que no sororas carcajadas que dos hombres que intentaron violar a una amiga dentro de un coche en Baleares hayan obtenido la libertad inmediata al ver rebajada su condena de tres a dos años. O que un sujeto que manoseó a una mujer en una fiesta, con la ayuda de un amigo, ya esté tomando café en el bar de la esquina. O que un individuo condenado por violar a una de las hijas de su nueva pareja, que tenía doce años, haya sido excarcelado en Pontevedra por haber visto rebajar su condena de doce a siete años.
Necesitamos que Pedro Sánchez nos explique si es propio de una responsable pública desternillarse de que a un despreciable que había sido condenado por agredir sexualmente a una compatriota marroquí en un descampado de la provincia de Alicante, se le haya reducido de seis a cuatro años su castigo con la nueva legislación. O por qué es tan gracioso que un energúmeno que intentó violar en septiembre de 2016 a una chica que había llegado a Ginzo de Limia para trabajar en una ONG y que hacía deporte a la orilla de un río esté ya en su casa gracias a que la Audiencia de Orense le ha aliviado de tres años y medio a dos y medio su privación de libertad.
Es indecente hacer chascarrillos cuando al exmarido de una vicepresidenta valenciana (amiguita de Montero y 'Pam'), el Supremo le ha preguntado si quiere acogerse a la ley Montero y, por tanto, beneficiarse de su laxitud, cuando está condenado nada menos que por abusos contra una menor de la que era educador y estaba bajo la tutela de la Consejería que dirigía su mujer, organismo que revictimizó a la chica a la que no dio credibilidad para ocultar los hechos. O si es soportable escuchar cómo se ironiza ante casos como el de un condenado que realizó tocamientos a cuatro niñas menores de 16 años en una pista de patinaje de Álava, cuya Audiencia ha mandado ya a su casa.
Y, ¿es admisible que esta señora se parta de risa cuando la Audiencia de Zamora, en aplicación de su delirante reforma, ha rebajado de seis a cuatro años la reclusión impuesta a un hombre condenado por violar a su mujer, a la que incluso desde la cárcel hizo llegar por distintas vías amenazas de muerte? Tampoco parece muy hilarante que la víctima haya tenido que huir de su ciudad al saber que su verdugo estaba ya en la calle.
Y así hasta 200 carcajadas.
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