Pactar con Vox
Que después de 30.000 entrevistas el CIS le de al PSOE una horquilla de ± 20 escaños es la confirmación por escrito de una ejecutoria que si no es delictiva se le parece bastante
En contra de lo que puede parecer por haber puesto al PP como primera fuerza en intención de voto, el último CIS de Tezanos es con mucho la peor encuesta de todas las que ha hecho desde que preside el organismo. Que después de 30.000 entrevistas le des al PSOE una horquilla de ± 20 escaños es la confirmación por escrito no ya de una tomadura de pelo, sino de una ejecutoria que si no es delictiva se le parece bastante.
Desde mediados de 2018 el CIS no muestra las impresiones de los españoles sino el deseo de quienes le han inflado el presupuesto de los 8,7 millones que le daba Rajoy a los 12,65 con que le premia Sánchez. Este último barómetro, como todos los anteriores, lo que pretende no es anticiparse a unos hechos, sino crear un estado de opinión favorable a la izquierda que tan generosamente les paga. La intención de que ese reparto de escaños, según el cual PSOE y Sumar tendrían mayoría absoluta, no es otro que ocultar a la cofradía Frankenstein que nos ha gobernado todo este tiempo, siendo clave en leyes como la de vivienda.
Porque esa es la batalla dialéctica que se está jugando ahora: la de imponer una doble mentira. Primero, la de que Sánchez no gobernó España junto al golpismo y la ETA, cuando así fue. Y la segunda, que si le vuelves a votar podría hacerlo solamente junto a Yolanda Díaz, que es el tardocomunismo de siempre pero con modales de institutriz.
Toda esta orquestación viene en la misma partitura que pretende equiparar a Vox con Bildu, como si fuesen fuerzas homologables. Solo ese marco de debate, presente en algunas tertulias zurdas, resulta ofensivo desde el momento en que el presidente de Vox es una persona que se defendió de ETA mientras que quien dirige Bildu es un señor que participó activamente en ella. Resulta vergonzante escribir esto a estas alturas de la película (pues es de primero de Memoria Histórica), pero esta es la España que nos ha tocado vivir: no hay que dar nada por sabido.
Pactar con Vox nunca será homologable a hacerlo con ERC o Bildu desde el momento en que Vox defiende la unidad de España y ellos no. Pactar con Vox no es igual a pactar con el golpismo y la ETA porque mientras a unos les votan 3,5 millones de españoles, a ERC y Bildu lo hacen apenas 1,2 millones y del Ebro para arriba nada más.
Una vez explicado esto (pues por lo visto hacía falta) podremos debatir sobre la valía intelectual o la preparación de algunos integrantes de Vox, pues hay de todo y como en todos los partidos; como ese secretario general que se presentó a las elecciones catalanas pensando que el presupuesto de la Generalitat era de «27 millones o setenta y...», cuando cualquier persona mínimamente instruida sabe que con ese dinero no tienen ni para asfaltar carreteras (por ejemplo, solo el presupuesto del Barcelona de baloncesto es de 30 millones). Pero ese es otro debate.
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