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17 de mayo de 2024

Unas líneasEduardo de Rivas

Las dos varas de medir

Censuran que Feijóo no hable inglés pero hay silencio administrativo si Yolanda Díaz no sabe contestar en ese idioma

Actualizada 01:30

¿Recuerdan la campaña electoral y toda la plataforma que montó el PSOE en torno al hecho de que Feijóo no sabía hablar inglés? El presidente del Gobierno, los ministros, las redes sociales del partido... un sinfín de críticas con una campaña orquestada para rascar cualquier voto posible a falta de unos días para las elecciones. ¿Han escuchado a alguno de ellos decir algo sobre que Yolanda Díaz no supiera contestar una sencilla pregunta en inglés en una rueda de prensa esta semana? Como diría Albert Rivera, el silencio.
¿Se acuerdan de todo lo que montó el Gobierno alrededor de que Ferrovial decidiera marcharse a los Países Bajos? La constructora española quería cotizar en la Bolsa de Nueva York y su traslado a Holanda era la estrategia más efectiva, pero Belarra les acusó de querer evadir impuestos, María Jesús Montero deslizó que había otros intereses ocultos y el Ejecutivo exigió que devolvieran las ayudas públicas. ¿Han escuchado algo sobre que el Barça haya decidido hacer lo mismo y trasladar su filial de contenido digital a los Países Bajos? Calviño se limitó a decir que lo estudiarían y que necesitan más información. Una vez más, el silencio.
Seguro que tampoco se les han olvidado los aplausos de Luis de la Fuente a Rubiales en la famosa Asamblea de la Federación de la semana pasada. Ha tenido que pedir disculpas por aplaudir al que todavía era su jefe en ese momento porque se cuestionaba que pudiera seguir como entrenador de la selección española, algo que poco o nada tiene que ver con lo que opine sobre lo que pase con Rubiales. Yolanda Díaz, que habrá visto entre tres y cuatro partidos en su vida, se atrevió a decir que no estaba «capacitado» para ese puesto.
Sin embargo, nadie ha abierto la boca sobre que uno de los canteranos del Barça convocados por De la Fuente, de origen marroquí, se riera abiertamente de sus compañeros y de la eliminación de España en el pasado Mundial besando la camiseta de Marruecos. Ni una cosa ni la otra tienen mucho que ver con su trabajo, aunque en el caso de Lamine Yamal sí guarda relación con el hecho de que vaya a defender los colores de España. Pero mientras de un tema se habla una y otra vez, el otro ha quedado silenciado.
Existe una doble moral en nuestra sociedad, todavía más acentuada en nuestros políticos -y aún más en los de izquierda-, una falta de coherencia a la hora de juzgar determinadas acciones que nos impide ver la verdadera realidad. De ahí que en muchas ocasiones no entendamos las decisiones de los jueces, que se basan en la ley y no en intereses.
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