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01 de mayo de 2024

HorizonteRamón Pérez-Maura

Se están poniendo nerviosos...

Habiendo sido votante de Sánchez, Cercas hilvana una serie de argumentos que casi todos los que no hemos respaldado a Sánchez en las urnas hemos ido utilizando a lo largo de las últimas semanas

Actualizada 01:30

No tengo tendencia a recomendar artículos de opinión aparecidos en El País. Creo que lo he hecho dos veces en mi vida. Hace dos semanas, el 2 de septiembre, cuando el filósofo Fernando Savater denunciaba desde sus páginas el sectarismo del diario en el que lleva escribiendo media vida, y la vez anterior fue el 30 de octubre de 1997, cuando Hermann Tertsch tuvo la amabilidad de dedicar una columna titulada «Otto de Habsburgo» a elogiar la biografía que yo presentaba esos días sobre ese personaje.
Ayer me quedé deslumbrado con el principal artículo de opinión de ese periódico. Se titula «No habrá amnistía» y lo firma un escritor de mucho éxito: Javier Cercas. Yo leo poca literatura –doy prioridad a otros géneros– pero he disfrutado con «Soldados de Salamina» y «Anatomía de un instante». Nunca di especial relevancia a la ideología del autor, que no me llamó la atención, quizá por su brillante narrativa.
Quizá por eso me dejó un poco sin palabras este artículo de Cercas en el que confiesa sin reparos que él ha votado a Pedro Sánchez. Uno se pregunta de dónde han salido esos millones de votantes que saben que el presidente es un mentiroso compulsivo y sin pudor. Y el artículo de Cercas nos ilustra más de lo que hubiéramos imaginado.
Habiendo sido votante de Sánchez, Cercas hilvana una serie de argumentos que casi todos los que no hemos respaldado a Sánchez en las urnas hemos ido utilizando a lo largo de las últimas semanas: la foto inverosímil de la vicepresidente con el prófugo; que no puede ser constitucional todo lo que la Constitución no prohíbe; que la amnistía de 1977 fue para limpiar las penas de los derrotados en la guerra; que esta nueva amnistía deslegitimaría a la democracia, legitimando a quienes la atacaron; si puede ser tan benéfica como para pacificar Cataluña ¿por qué no la incluyó el PSOE en su programa hace menos de dos meses?; que es mentira que el PSOE tenga un «mandato democrático» para promover la amnistía porque jamás la sometió a las urnas; la amnistía sería una forma de dar la razón a los promotores del procés, que jamás han pedido disculpas por sus desmanes y amenazan con repetirlos…
Las razones de este párrafo están tomadas literalmente del artículo de Cercas aunque no estén entrecomilladas. Me parece que es muy relevante porque el escritor no vive de ningún sueldo público ni de mamandurria alguna. Vive esencialmente de su escritura. Y creo que hay otros que han visto cómo su divergencia con la nueva línea editorial de El País les ha llevado a perder su colaboración allí. En esta hora me parece muy relevante que un personaje como Cercas hable precisamente declarándose votante de Pedro Sánchez hace solo siete semanas y media. Pero no se escribe un artículo así si no se tiene un gran desencanto y una enorme preocupación. Y si añadimos a ello que ayer mismo reapareció García-Page, único presidente autonómico del PSOE con mayoría absoluta, recordando que su partido concurrió a los comicios del 23-J diciendo que la amnistía era inconstitucional, lo del «mandato democrático» se desploma. Y veremos qué no ocurre si la exvicepresidente Carmen Calvo, a quien Sánchez encargó pactar con Soraya Sáenz de Santamaría los términos del 155, finalmente decide romper su silencio. Ya lo hizo frente al feminismo de Podemos.
No me cansaré de repetir que el día que Sánchez pierda el poder, no quedarán ni las raspas del PSOE. Por eso está dispuesto a hacer lo que sea por mantenerse en la Moncloa.
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