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02 de mayo de 2024

Cosas que pasanAlfonso Ussía

De Évole a Manolita Chen

«Los guardias civiles que 'murieron' ya sabían cuál era su función. ¿No decían que 'Todo por la Patria'?», se pregunta el genocida. ¿De qué, o a causa de qué murieron? ¿De gripe, de un ataque al corazón o asesinados desde la lejanía?

Actualizada 01:30

No la he visto, pero sí leído. El cínico y perverso Évole, amparado en el poder de Netflix y del nublado Festival del Cine de San Sebastián, ha culminado su obra maestra excremental entrevistando a un asesino encantado de serlo. Urruticoechea, «Josu Ternera». El genocida vive en San Juan de Luz, a 15 kilómetros de la frontera con España, a la espera de una extradición para ser juzgado por sus crímenes. Urruticoechea es un apellido bastante común en Vizcaya y Guipúzcoa, que se traduce por «la casa de la lejanía», la lejanía de la humanidad y de la valentía. Coche-bomba y disparo en la nuca. «Lo de la ETA no fue terrorismo», dice el hijo de la gran puta. Y se pitorrea de la Guardia Civil, de los centenares de guardias civiles, de las mujeres de los guardias civiles y de los hijos menores de los guardias civiles masacrados desde «la lejanía». «Los guardias civiles que 'murieron' ya sabían cuál era su función. ¿No decían que 'Todo por la Patria'?», se pregunta el genocida. ¿De qué, o a causa de qué murieron? ¿De gripe, de un ataque al corazón o asesinados desde la lejanía, a distancia, explosionando una bomba cuando salían hacía la escuela los hijos de los guardias civiles armados de lápices de colores, cuadernos y un bocadillo para el recreo? ¿ A un criminal de esta envergadura entrevista Évole para blanquear su pasado amparado por la buenista, ecologista y ultrafeminazi Netflix? Espero que me perdonen los lectores de El Debate. Évole, Netflix, Rebordinos… ¡A tomar por culo!
Marlasca. Desde que conoció a su marido, Marlaska. Es el ministro del Interior. Aborrece a la Guardia Civil. Sus artimañas para impedir los ascensos de dos coroneles de la Guardia Civil ejemplares y respetados por todos sus compañeros, Sánchez Corbí y Pérez de los Cobos, nos descubren a una esquinada persona, víctima de sus histerismos. La Guardia Civil concede un honor a los suyos, y a muy contadas personas que no forman parte de la Benemérita, que equivale al máximo reconocimiento por una trayectoria intachable vistiendo el uniforme. La Cruz de Plata de la Orden del Mérito de la Guardia Civil. La Guardia Civil la solicita, y el ministro del Interior y el Director General de la Guardia Civil la conceden y firman el diploma. En el Boletín Oficial de la Guardia Civil del 19 de septiembre de 2023, Seccion II, Recompensas, se publica la Orden 4260 por la que se concede el ingreso en la Orden del Mérito de la Guardia Civil, con la categoría de Cruz de Plata, a doña Manuela Saborido Muñoz. Ningún Guardia Civil ha solicitado esa concesión. Se trata de un capricho del ministro para herir y humillar aún más, a la Institución.
Manuela Saborido, conocida por Manolita Chen, tiene como principal mérito contraído para ser condecorada con la más alta distinción de la Guardia Civil haber sido transexual y miembro y activista del movimiento LGTBIQ+. Su actividad artística no supera –y esto es subjetivo–, los fondos de la mediocridad, y fue su condición de transexual la que atrajo, en un tiempo, a un público morboso y nada respetuoso con su condición. Fue una víctima de su época, sencillamente. Pero si hay que condecorar con la máxima distinción de la Guardia Civil a todas las víctimas de la incomprensión de los tiempos pasados, el ministro Marlasca se verá obligado a firmar decenas de miles de diplomas acreditativos al respecto. Hay muchos guardias civiles con cuarenta años de servicio a España y los españoles que no tienen tan alta, y en su caso, merecida medalla. Por otra parte, Manolita Chen, si es la misma Manolita Chen que la conocida por Manolita Chen, podría ser la que fue condenada a tres años de prisión por un asunto de tráfico de estupefacientes, que así lo anunció El País en su edición andaluza: «Manolita Chen, condenada a tres años por tráfico de estupefacientes. La Sección Octava de la Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a la popular artista Manolita Chen a una pena de tres años de prisión y una multa de 1.500 euros por un delito contra la salud pública relacionado con el tráfico de estupefacientes». Y las drogas nada tienen que ver con la condición de sufrida transexual. El ministro del Interior condecora a una condenada por tráfico de drogas.
De Évole a Manolita y tiro porque me toca.

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