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02 de mayo de 2024

Unas líneasEduardo de Rivas

¿De qué se reía Feijóo?

Se puede ser educado y a la vez serio, como ya demostró el Rey en la toma de posesión

Actualizada 01:30

El presidente del Gobierno eligió el día de la lotería para reunirse con Feijóo. Como si quisiera que aquello no constara para sus votantes, como si verse con el jefe de la oposición fuera la peor decisión que podía tomar. Porque verse con fuerzas constitucionalistas debe estar mal visto para sus socios independentistas y simpatizantes de terroristas.
Muchos creen que ese encuentro nunca debió producirse. Unos porque Feijóo es de extrema derecha –o derecha extrema– y otros porque el líder del PP no debía aceptar la reunión. Y no les falta cierta razón, porque carece de lógica llamar autócrata a alguien y acusarlo de tener tendencias dictatoriales para después verte con él. Pero coincido con Feijóo en que por el bien del país ese encuentro debía tener lugar, aunque por unos cauces bien diferentes.
Todavía hoy no sé de qué se reía Feijóo en las fotos que le tomaron con Sánchez. Le quitó el Gobierno, le atacó por sus pactos con Vox y le achacó una y otra vez la foto con Marcial Dorado en campaña. Pero Feijóo le sonreía como si nada de esto hubiera pasado. Y ahí se equivoca, porque todo eso ocurrió. Y mucho más.
Se puede ser educado y a la vez serio, como ya demostró el Rey en la toma de posesión. Se puede cumplir con tus labores sin emitir una sola mueca de agrado, porque quien te acompaña se está cargando el futuro del país. El mínimo gesto de complacencia es positivo para quien prepara un encuentro similar al que ha tenido contigo con un prófugo como Puigdemont. Y eso, por mucha ley de amnistía que se apruebe, no es moral ni ético. Es, simplemente, un ataque a la labor de los jueces que velan por nuestro Estado de derecho.
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