Cartas al director
Hasta que te afecta directamente
Propuestas de variada naturaleza y aparente bondad pueden quedar muy bien en la propaganda de quien las vende, pero resultar muy frágiles cuando se aplican y te afectan al bolsillo o te salpican de fango. Tras la victoria de Trump en USA, muchos se desconcertaron porque prácticamente todos los medios de comunicación nos habían vendido su segura derrota por tratarse de un ricachón, delincuente, fascista, machista, misógino, xenófobo y con tupé anaranjado. Como en tantas ocasiones, nos enredaron en una aparente y falsa realidad.
Para entender lo sucedido, basta con traer a colación dos ejemplos determinantes en sus respectivos ámbitos de influencia. Uno es el caso de los Amish, esa pacífica y creciente comunidad religiosa detenida en el tiempo y residente en diferentes Estados de USA, que protagonizase la película «Único testigo». Hasta ahora iban a lo suyo, vivían en su peculiar mundo sin molestar a nadie y ni se censaban ni votaban ni mostraban simpatías sobre Demócratas o Republicanos, pese a contar con un número importante en Pensilvania, donde sus votos podrían resultar decisivos. Y los demócratas les tocaron las narices y pusieron obstáculos en su forma de vida. Ya sabemos a quien votaron.