Antes se coge a un mentiroso que a un cojo. Considerando el mucho tiempo que el ministro de Transportes dedica a las redes sociales y lo poco que emplea en intentar mejorar la red de transportes española, podría esforzarse un poco en no hacer el ridículo. Está en su derecho de atacar a la presidente de la Comunidad de Madrid si cree que el servicio de Metro madrileño es malo. Aunque es difícil que lo sea tanto como los ferrocarriles españoles. Pero al menos hay que exigir que no haga el ridículo denunciando mal servicio en el Metro madrileño con una foto del Metro de París.
Arturo Pérez-Reverte
En un momento en que la Real Academia Española sufre el asalto desde el entorno del Gobierno por medio del Instituto Cervantes, es sorprendente que el gran autor de Alatriste y tantas otras novelas haya decidido intentar no mojarse. El académico se ha limitado a decir que «no estoy al corriente de ninguna polémica. Me pilla muy, muy lejos» y con algún esfuerzo llegó a reconocer que «las guerras son malas». Cuando se es miembro de una institución como la RAE, no está de menos estar al corriente del asedio que se está formando contra la independencia de la Academia.