«Con la verdad por delante, el Pontífice ha repetido que está dispuesto a mediar en la resolución del conflicto armado». Desenquistar la situación y avanzar por la vía de la paz, es la máxima que quiere cumplir Francisco ante esta situación insostenible que acumula más de 2,3 millones de desplazamientos forzosos desde el estallido de las tensiones entre Rusia y Ucrania.
Las aportaciones de Cáritas, el trabajo de los cardenales enviados a la zona y el clamor de las Iglesias locales trata de dilucidar el camino para el fin de una nueva guerra que, esta vez, no tiene lugar a miles de kilómetros, fuera de los focos mediáticos, sino que ocurre a las puertas de Europa.
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