
El sacerdote Jaime Sanz Santacruz es el delegado episcopal de Pastoral Universitaria de Oviedo
«La Generación Z tiene una sed de Dios y de encontrar la verdad increíbles»
Jaime Sanz Santacruz es el nuevo encargado de atender a los universitarios de Asturias. «Tienen un gran deseo y un gran desconocimiento», asegura
Recientemente, al sacerdote Jaime Sanz Santacruz, párroco de la unidad pastoral de la Sagrada Familia y la Natividad en Oviedo –que custodia una reliquia del todavía beato Carlo Acutis–, le llegó un nuevo encargo: ocuparse de atender a los universitarios de Asturias. Eso le ha permitido entrar en contacto con los jóvenes de la llamada «Generación Z», que han nacido con el móvil en la mano, nativos digitales, muy cerca de los millennial, que son los que vieron la luz entre los años 90 y principios del tercer milenio.
En una entrevista que ha difundido el arzobispado de Oviedo, Sanz Santacruz ha referido que «me entrevistaron hace unos meses en televisión y la presentadora decía: 'Bueno, estos jóvenes que se han apartado de Dios...', y yo tuve que decirle 'Yo no estoy nada de acuerdo; esta generación, la conocida como Generación Z, no solamente no se ha apartado de Dios, sino que tiene una sed y una inquietud por buscar y encontrar a Dios increíbles». Según el delegado de pastoral universitaria, «el problema es la generación anterior, o sea la mía, que es una generación que sí que se apartó de Dios y que muestra mucho desinterés, pero, en cambio, la Generación Z de estos jóvenes digitales, aunque tienen muchos problemas, tienen una sed y un deseo de encontrar la verdad increíbles».
«Se nota en la gente», asegura el capellán universitario: «En cuanto le hablas de Dios, te dicen: Dime más cosas, háblame, cuéntame. Porque tienen un gran deseo y, a la vez, un gran desconocimiento». «Esa es nuestra tarea: darles a conocer a Jesucristo y llevarles a través de ejemplos de los santos a la vida cristiana».
En ese sentido, Sanz Santacruz destaca el ejemplo de santos jóvenes muy actuales como Pierangelo Capuzzimati, el cristiano paquistaní Akash Bashir o la hermana Clare. «Hay otro italiano que se llama Pier Giorgio Frassati, que es universitario, quizá menos conocido porque Carlo Acutis ha obnubilado a todos y ha centrado toda la atención de la gente, porque le tienen muchísima devoción», añade. Y observa: «De hecho, a venerar la reliquia que se encuentra en mi parroquia, la Sagrada Familia, viene gente de Bilbao, de Santander, de Valladolid, de Madrid. Vienen a rezar ante su reliquia y hemos puesto un libro de firmas y vamos a tener que cambiarlo ya porque está lleno. La gente escribe allí su testimonio, le tienen mucha devoción». «Sí, yo creo que hay toda una generación de santos totalmente nueva», apostilla.