Rafael Sánchez Saus: «Sin el catolicismo, España no se entiende»

En un tono pausado pero firme, Rafael Sánchez Saus, catedrático de Historia Medieval de la universidad de Cádiz y director general de la Fundación Cultural Herrera Oria, reflexiona sobre la noción de la nación española en una entrevista para el programa El Efecto Avestruz, de la Asociación Católica de Propagandistas. Su discurso es una defensa de la idea de España como una nación histórica construida a lo largo de los siglos, en contraposición a visiones que sitúan su nacimiento en el siglo XIX.

«Mi tesis es totalmente la contraria. No hay una partida de nacimiento como la de 1812 para la nación española. Es un proceso que se va cocinando a lo largo del tiempo», declara Sánchez Saus. Según su visión, el reconocimiento de España como nación en la Constitución de Cádiz no es el inicio, sino la confirmación de una realidad que ya existía.

A lo largo de su entrevista, el historiador y ex director del Congreso Católicos y Vida Pública desgrana los elementos que, a su juicio, han forjado la identidad nacional española: una geografía definida, una población homogénea, una lengua común y, sobre todo, el cristianismo. «El catolicismo es un factor sin el que no se puede entender la nación española, ni siquiera hoy», afirma, resaltando la alianza histórica entre monarquía e Iglesia desde el Concilio de Toledo.

También subraya el papel de la monarquía hispánica como el primer Estado moderno, que «dio forma a la nación durante 300 años». La pluralidad interna no es obstáculo, sino parte del proceso: distintos focos de resistencia durante la Reconquista y las uniones dinásticas respetuosas con las identidades locales cimentaron una unidad construida desde la diversidad.

«Sentimientos regionales exacerbados»

Sin embargo, Sánchez Saus no elude el análisis crítico del presente. Apunta al Desastre del 98 como punto de inflexión y al surgimiento de sentimientos regionales exacerbados como causas de una crisis de identidad nacional. En este marco, considera que el Estado de las Autonomías ha fracasado en su intento de armonizar unidad y diversidad. «Lo que hemos visto es que ha ido primando el elemento de separación del concepto de unidad», sentencia.

Para el historiador, la nación no es una suma de intereses económicos, sino un vínculo emocional. «Tú te sientes vinculado especialmente a los miembros de tu nación... Tu solidaridad primera es con los tuyos», explica. Cuando ese lazo sentimental se rompe, emergen los relatos ficticios, los supremacismos y la reescritura interesada de la historia. Así, Sánchez Saus defiende su compromiso con la verdad histórica y con su país. «Intento no traicionarme a mí mismo ni a la historia, la disciplina que amo», concluye.