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El actor Ralph Fiennes realiza una magistral interpretación en 'Cónclave'

El actor Ralph Fiennes realiza una magistral interpretación en 'Cónclave'

¿Podría aparecer en los próximos días un cardenal 'in pectore', como sugiere 'Cónclave'?

No lo olvidemos: solo es Hollywood, pero muchos se preguntan si lo que sucede en la película podría pasar de la ficción a la realidad

Si en algo acertó la película estrenada en 2024 Cónclave fue en elegir el momento oportuno para su aparición. Con el Papa Francisco delicado de salud y con 87 años cumplidos, la cinta dirigida por Edward Berger aborda uno de los procesos que casi fascina más a los foráneos que a los propios católicos: la celebración de un cónclave para elegir a un nuevo Romano Pontífice. La obra, que recibió ocho nominaciones a los premios Oscar hace apenas dos meses y se hizo con la estatuilla al Mejor Guion Adaptado, fue un éxito en las taquillas y ahora, tras la muerte del Papa, ha vuelto a las carteleras de los cines. Sólo en España, 150 salas han vuelto a ofrecer la película ante la inmensa demanda.

La película posee una cuidadísima puesta en escena, una trama interesante, un elenco de actores de primer nivel –Ralph Fiennes, Stanley Tucci, John Lithgow, Lucian Msamati, Carlos Diehz, Sergio Castellitto o Isabella Rossellini– y está bien documentada, aunque no hay que olvidar que se trata solo de una película y que sacrifica importantes episodios de veracidad en favor de un mayor dramatismo y ficción. Además, suele caer en los clásicos tópicos que rodean a la Iglesia y a la Curia vaticana (oscurantismo, ambiciones, juegos de poder, malas artes, reaccionarios y progresistas...) y el desenlace final se convierte en un alegato woke sin mucho sentido.

Lo cierto es que la película estrenada el año pasado ha vuelto a cobrar una inmensa actualidad, y son muchos los espectadores que la toman como una crónica completamente fidedigna de lo que ocurre entre los muros de la Capilla Sixtina, cuando seguramente ni siquiera sus productores pretendían eso, sino que buscaban rodar una película de ficción que partiera de un hecho real –como es un cónclave– y que fuera taquillera.

Un arzobispo en Kabul

Uno de los momentos más importantes del guion es cuando aparece por sorpresa apenas unas horas antes del inicio del cónclave monseñor Vincent Benítez –Carlos Diehz–, el arzobispo de Kabul (Afganistán). El prelado se presenta con una carta rubricada por el difunto Pontífice que le acredita como cardenal in pectore. Esto sacude a todo el colegio cardenalicio, que desconocía absolutamente su existencia, pero finalmente es admitido a las votaciones para elegir al futuro Papa.

Los cardenales in pectore existen, y su figura viene recogida en el número 351 del Código de Derecho Canónico: «Quien ha sido promovido a la dignidad cardenalicia, anunciando el Romano Pontífice su creación pero reservándose su nombre in pectore, no tiene entretanto ninguno de los deberes o derechos de los cardenales; adquiere esos deberes y esos derechos cuando el Romano Pontífice haga público su nombre». Estos casos excepcionales los emplea el Santo Padre cuando el elegido para el cardenalato se encuentra en una situación de riesgo y la publicación de su nombre podría comprometer su vida.

El último 'in pectore'

El último Papa que hizo uso de este mecanismo fue Juan Pablo II. En 1979 anunció la creación de un cardenal cuyo nombre fue revelado 12 años más tarde, en 1991: se trataba de Ignatius Kung Pin-mei (1901-2000). En 1979 era el obispo de Shangai (China), y se encontraba encarcelado, por lo que no era oportuno dar a conocer su nombramiento. En 1998 se celebró un consistorio para nombrar 22 nuevos cardenales, dos de los cuales fueron in pectore. Sus nombres fueron conocidos tres años después: se trataba de los cardenales Marian Jaworski (de Ucrania, nacido en 1926) y Janis Pujats (de Letonia, nacido en 1930).

Pero el último de todos ellos nunca trascendió el nombre. En 2003 fue creado cardenal, pero su nombre nunca se comunicó antes de fallecer el Papa polaco, el 2 de abril de 2005. El portavoz del Vaticano en aquel momento, el español Joaquín Navarro Valls, tuvo que aclarar que el nombre de ese purpurado no aparecía en el testamento del Papa y que, por lo tanto, no participaría en el cónclave que eligió a Joseph Ratzinger como Pontífice. A día de hoy, se desconoce el nombre del último cardenal in pectore de la Iglesia católica, que ya, muy probablemente, haya fallecido.

El cartel de la película 'Cónclave'

El cartel de la película 'Cónclave'

En la película de Berger, el Santo Padre nunca llega a desvelar el nombre del tal monseñor Vincent Benítez como cardenal de la Iglesia católica, sino que es él quien se presenta al cónclave con un documento firmado por el difunto Papa. Según los expertos canonistas consultados por El Debate, se trata de una licencia que se toma la película, porque monseñor Vincent Benítez nunca habría podido acceder al cónclave, ya que es condición indispensable que el Papa revele previamente el nombre del purpurado que habría nombrado in pectore (en su pecho). De no hacerlo –como ocurre en el filme– su nombramiento cardenalicio carecería de validez.

Por lo tanto, no; no puede aparecer en estos días previos al cónclave que dará comienzo el 7 de mayo un arzobispo proveniente de una lejana diócesis con una carta firmada por Francisco que le distinguiera con el cardenalato. Serán 133 los cardenales que –salvo por causas de fuerza mayor– entrarán en cónclave para elegir al Papa 267º de la Iglesia católica.

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