«Dios existe, no me lo puedo creer»: el impactante caso del «youtuber de los tatuajes» con 1,9 millones de seguidores

Pocos dan crédito a lo que le ha ocurrido a Rene ZZ, el conocido «youtuber de los tatuajes» que acumula casi 1,9 millones de seguidores en YouTube: «¿Que Rene ZZ se ha hecho cristiano? Qué dices, ¡imposible!». Pero sí: el propio joven lo explica en su último vídeo, publicado el lunes pasado en su canal y que ya acumula más de 225.000 visualizaciones y cerca de 4.000 comentarios. En la descripción del vídeo, donde el youtuber solía dar consejos relacionados con los tatuajes, ahora recomienda la Biblia de Navarra –«por si queréis empezar a leer la Biblia»– y promociona un encuentro multitudinario que celebrará a finales de octubre en Madrid para hablar de Dios y la ciencia.

Rene ZZ tiene gran parte del cuerpo tatuado, incluido el cuello; pendientes, pelo largo y es el ídolo de centenares de miles de adolescentes y jóvenes. Comenzó a subir vídeos con más regularidad hace cinco o seis años, pero el último que ha publicado rompe con todo lo que tenía acostumbrada a su legión de seguidores. «Dios me está regalando cosas muy bonitas, pero son cosas que dan mucho miedo. Dios te habla directamente y te dice: Cuándo vas a dejar de hacer el imbécil en este aspecto... que te lo diga tu madre es una cosa, pero que te lo diga Dios...», comienza diciendo en su vídeo titulado «Así conocí a Dios. Mi testimonio».

«Hoy es el día en el que voy a explicar mi conversión al cristianismo. No suelo pedir este tipo de cosas, pero creo que tanto si eres ateo como agnóstico, como cristiano, creyente, teísta, lo que sea, os recomiendo hacer el ejercicio de escuchar con honestidad y con humildad, no con arrogancia, porque muchas veces –y yo mismo me incluyo– peco de escuchar a alguien hablar y ya querer filtrarlo por mis propias convicciones, mis propias ideologías y mi propio entendimiento», recomienda.

«Yo me crie en una familia... no atea... Tampoco agnóstica. Creyente a su manera. Es decir, siempre me dijeron Dios existe e íbamos de vez en cuando a la iglesia. Me acuerdo de alguna figura religiosa del Niño Jesús, algún cuadro que otro, pero nunca noté que se le diese la importancia que eso debería tener. Era como que se daba por hecho», relata en su vídeo.

«Estaba triste; era horrible»

Después de una experiencia que le ocurrió con 12 años, en la que a un compañero mayor que él «le entró el ateísmo duro y me empezó a soltar unos argumentos», Rene ZZ «se fue destrozado a casa». Sin embargo, eso le dejó «profundamente triste». «Estaba triste con 13, 14, 15 años, era horrible. Hasta los 17 no empecé a reflotar», confiesa ahora. A partir de ese momento dejó de darle importancia a Dios, y «esa época se extendió muchísimo, hasta yo diría que los 26, 27 años, cuando me mudé a Finlandia». «Ahí me tranquilicé. Me puse en forma. Empecé a leer sobre psicología, sobre antropología, sobre neurociencia. Yo empecé a decir Wow, esto sienta bien. Notaba cómo me iba despegando de aquella versión de mí que tampoco me gustaba mucho. Era una versión pobre, resentida, victimista, en baja forma, agobiada, ansiosa», se define ahora el youtuber.

«Yo leía mucho sobre Jordan Peterson, que evidentemente alguna persona se preguntará si mi conversión al cristianismo tiene algo que ver con él. Y negarlo sería mentir. Pero aquí los que quieran ridiculizar la fe de cualquier persona, apelarán a la típica ridiculez de Ah, claro, entonces viste a alguien decir eso y luego tú lo imitaste. Si la vida fuese tan sencilla, pues todo funcionaría muy distinto. Por suerte o por desgracia, no lo es», objeta Rene ZZ.

Leyendo a Jordan Peterson

«En esa temporada en Finlandia –prosigue el tatuador– me di cuenta de que todos a los que leía, o la gran mayoría, tenían una religión, o al menos el teísmo, el creer en que hay algo más. Había gente que era muy de ciencias de todo tipo, matemáticos, biólogos, y creían en Dios». «Y decía: ¡Hostia!... 'Hostia' tengo que dejar de decirlo, la verdad. Pero es que no apetece decir 'ostras'... Si alguien me da un sustitutivo se lo agradezco, porque no lo he encontrado. Perdonadme», le dice a sus seguidores. «Y dije: Vale, toda esta gente es mucho más inteligente que yo. Sabe muchísimo más que yo. Y de alguna manera, la gran mayoría de ellos han llegado a la conclusión de que Dios sí existe. Y a mí eso me fascinaba. Aún así, no dije: Vale, pues yo también creo. Es que no se puede. No, no funciona así», subraya Rene ZZ.

El siguiente paso para él fue decidir en qué religión quería profundizar, y se decantó por el cristianismo: «No voy a empezar ni a leerme el Corán, ni voy a empezar a leerme la Torá. Me pillo una Biblia y me la voy leyendo». «Me la compré. Siempre recordaré la mirada de mi ex novia cuando recibí una Biblia en casa. Me miró con cara de una mezcla entre decepción y escepticismo. No la culpo por ello... Pero me sentó bastante mal... Yo solo soy un hombre en busca de respuestas desde que tengo uso de razón», señala. «No sabía cómo empezar a leer la Biblia. Por cierto, la Biblia que yo tengo es la Biblia de Navarra. Está sacada de los textos originales en hebreo y toda esa vaina y tiene comentarios teológicos muy interesantes que te ayudan a comprender mejor la lectura. Si alguien está buscando la Biblia y no sabe cuál, yo le recomiendo la Biblia de Navarra. No es una colaboración ni es nada. Os la dejo en la descripción por si queréis pillarla», le sugiere a sus seguidores.

«Qué fascinante»

«Cada vez me interesaba más, y decía: Qué fascinante este mundo del conocimiento, y qué fascinante que exista algo que no es una ciencia, sino que es algo que está por encima de todo, que es la fe. Tiene tantas personas, tantos millones de personas profesan desde hace miles de años... ¿Qué locura es esto? Esto es fascinante... ¡Te da una humildad! Además, es esta visión de que, cuando tus problemas sean muy grandes, piensa en el universo. Eres solo una mota de polvo. Ese es el flow, pero llevado a la realidad. Es decir, piensa que quizás existe algo que esté por encima de ti, y eso hará que todos tus problemas se solucionen», recomienda Rene ZZ a su multitud de seguidores.

Pero hubo un momento que fue crucial en la vida del joven tatuador: un sueño que tuvo una noche. «Era muy sencillo. Yo soñé que Dios me amaba y era la mejor sensación que he sentido nunca. Bueno, con un poquito de diferencia... con una diferencia abismal. Imaginemos ahora mismo todos los placeres hedonistas, todas las mejores experiencias que hayáis tenido. Una puesta de sol con vuestros mejores amigos y la chica que os gusta, con la temperatura perfecta. Una cerveza bien fría. Lo que tú consideres que es ese súmmum del bienestar. Imagínate eso multiplicado por 100. Te diría que por 1 millón, pero te diré por 100. Ese era el sueño», trata de explicar.

«Yo levitaba, yo flotaba»

«Yo sentía un placer... Una serenidad, una tranquilidad y un bienestar que es imposible de traer al mundo terrenal», prosigue. «Y no solo eso, sino que el amor que yo recibía de Dios se lo devolvía en un ciclo eterno, que además no era un ciclo que tuviese fases. Ocurría todo en el mismo instante. Solo había un instante que a veces, cuando lo intento explicar, es como un instante que se repite: ¡Papá! ¡Papá! ¡Papá! ¡Papá! ¡Papá! ¡Papá! Así, hasta la eternidad», trata de poner en palabras.

«Yo levitaba, yo flotaba. No sabía si estaba de pie, tumbado boca abajo, buceando esparcido en el cosmos... Yo simplemente ". Cada vez que le he contado este sueño a un cristiano o a un creyente en general, se vuelve loco porque sabe de lo que hablo, aunque no lo haya experimentado así, porque me considero un afortunado por el hecho de que Dios me regalase algo tan grande como ese sueño», reconoce el youtuber.

«Y, de repente, me despierto, y Dios me ha amado tanto en sueños que no solo sé que existe. Por primera vez en mi vida, con total seguridad, sé que está a mi lado, tan a mi lado que ha decidido darme ese regalo para que yo entienda algo que aún no sé qué es pero, por supuesto, mi misión es llegar a entenderlo. No puedes rechazar un regalo y menos un regalo de Dios», subraya. «Me acuerdo de que miré por el balcón de aquella casa en la que yo vivía en Helsinki y dije: Wow, Dios existe y me ha hablado. No me lo puedo creer. Y ahora, ¿qué hago? Empecé a profundizar más en él», agrega. «Mi proceso de conversión fue muy progresivo. Fui poquito a poco, poquito a poco, metiéndome, tirando de la cuerda, adentrándome. No empecé a correr a lo loco, en plan ¡Dios es grande, gloria a Dios! ni empecé a evangelizar a gente», refiere con su lenguaje distendido.

Rene ZZ prosigue con arrepentimiento y esperanza: «Soy un pecador. He sido mal hijo, porque lo he sido. He sido mal amigo, porque lo he sido. He sido un mal trabajador. He sido mal youtuber, también mal creador de contenido, porque he dado muchísimas malas contestaciones. He hecho vídeos que quizás no debería haber hecho. En mi vida, en mi vida, yo he hecho muchas cosas que están muy mal. He hecho mucho daño a mucha gente, a veces queriendo y a veces sin querer, y a veces sin darme cuenta. Hay mal que yo le he hecho a gente que nunca lo voy a saber. Y cuando empiezas a darte cuenta de eso dices: Vale, ok, igual no soy tan importante como pensaba». «Ahora, si Dios me quiere y Él confía en mí, ¿qué pasaría si yo antepongo su voluntad a la mía? ¡Buff! Ojo con ese ejercicio. Yo por eso creo –y no me voy a cortar– que creer en Dios es un acto de inteligencia, al contrario de lo que muchas otras personas creen», concluye.