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01 de mayo de 2024

Las fiestas de san Fermín son conocidas internacionalmente

Las fiestas de san Fermín son conocidas internacionalmente

San Fermín y el pañuelo rojo al cuello como homenaje a un mártir católico

La prenda icónica de la gran fiesta pamplonica tiene detrás una historia de fidelidad a la fe hasta sus últimas consecuencias

Desde ayer, miles de vecinos de Pamplona y turistas de todo el mundo recorren las calles de la capital navarra luciendo con orgullo ropa blanca y pañuelo rojo. El «uniforme» de San Fermín es un elemento tan icónico como los propios encierros -es, de hecho, de los pocos elementos que acertaba la ridícula película Noche y día, que situaba los Sanfermines en Sevilla-, pero no todo el mundo conoce su origen, muy ligado a la fe católica.

Decir «viva» a un santo

«Hoy la fiesta se celebra de forma muy superficial», lamenta el arzobispo de Pamplona y Tudela, Francisco Pérez, y pide tomar conciencia de que aun hoy «decir «¡Viva San Fermín!» es decir «viva» a un santo, a uno que me ayuda a vivir en la vida de fe, esperanza y caridad». En esta línea, el prelado recuerda el origen del pañuelo: es rojo y se lleva al cuello porque recuerda el martirio de San Fermín de Amiens y la forma específica en la que murió.
Ambiente sanferminero en la calle san Nicolás

Ambiente sanferminero en la calle san Nicolás

Cuenta la leyenda que Fermín fue un sacerdote que vivió en el siglo III, y que tras predicar en Navarra marchó a evangelizar la Galia; en concreto, a la ciudad de Amiens, donde fue nombrado obispo con 24 años. Su tarea misionera le llevó a la cárcel y, después de negarse a dejar de anunciar el Evangelio, a que lo ejecutaran, degollándolo. De ahí que la prenda bermellón en torno al cuello simbolice la sangre derramada por el santo mártir.

Cómo llevarlo

Otra curiosidad en torno a la prenda es el modo de llevarla antes y después del Chupinazo: antes del 6 de julio a las 12 del mediodía, se lleva atado en el brazo; después del inicio oficial de la fiesta, se anuda al cuello hasta la medianoche del 14 de julio. Es tradición, una vez terminada la celebración, anudarlo a la verja de la iglesia de San Lorenzo, templo que alberga la capilla dedicada a San Fermín.
El chupinazo

El chupinazo

Cabe señalar, además, que hay peñas que no llevan pañuelo rojo: La Única lo lleva verde, y La Jarana y el Txako, azules. La faja que suelen enrollarse a la cintura los participantes en los Sanfermines -a menudo con flecos en los laterales- también acostumbra a ser roja.

La ropa blanca

Hay menos unanimidad en el simbolismo de la ropa blanca. Para el arzobispo, esta refleja «la pureza del bautismo de San Fermín»: dicen que esta corrió a cargo de San Saturnino de Tolosa, que convirtió a los padres de Fermín y les bautizó, a ellos y a su hijo. Otra explicación, menos devota, señala que la ropa blanca se popularizó a raíz del año 1931, cuando una peña -La Veleta- la empleó para diferenciarse del resto.
Decapitación de san Fermín, en la basílica de Roncesvalles

Decapitación de san Fermín, en la basílica de Roncesvalles

La propia página web de los Sanfermines apunta otros posibles orígenes de la vestimenta: señalan que podría tener relación con la ropa de los chistularis de Biarritz -los músicos que tocan el chistu, aunque ellos llevan boina roja-, con los joteros que actuaban en el teatro Gayarre en la década de 1930 o con los pelotaris.
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