José Antonio Kast
José Antonio Kast: «Nos han arrebatado la educación de nuestros hijos desde el Estado»
Así lo ha aseverado el presidente de la plataforma mundial Political Network for Values durante su intervención en la primera conferencia del 24 Congreso Católicos y Vida Pública.
El Congreso Católicos y Vida Pública, organizado anualmente por la Asociación Católica de Propagandistas y la Fundación Universitaria San Pablo CEU, ha iniciado su 24 edición ‘Proponemos la fe. Transmitimos un legado’ con una conferencia del presidente de la plataforma mundial Political Network for Values, José Antonio Kast.
En su intervención, bajo el título ‘Fe católica y legado hispano en la América Actual: riesgos y fortalezas’, Kast ha hecho referencia a la situación que se vive en Hispanoamérica, donde «no se ha defendido con fuerza suficiente la familia, el matrimonio, el derecho a la vida o la educación». «Nos han arrebatado la educación de nuestros hijos desde el Estado», ha aseverado. En esta línea, ha llamado a los católicos a «no excluirnos de ninguna política pública, tenemos mucho que aportar desde nuestra fe. Defendamos sin miedo y sin complejos nuestras ideas, pues son las que permitirán construir una América Latina en paz y libertad».
Unidos podemos lograr cambios radicales, gracias a la fidelidad a los valores permanentes
Bernardito Auza
Asimismo, el presidente de Political Network for Values ha apuntado que «en las últimas décadas no hemos encontrado fórmulas consistentes para crecer en ética social y política acorde al evangelio, con una respuesta integral». En este sentido, Kast ha remarcado que vivimos en una constante tensión entre progresismo y conservadurismo, en la que la izquierda social quiere que el Estado sea omnipresente. «No les interesa la libertad de oportunidades, pero unidos podemos lograr cambios radicales, gracias a la fidelidad a los valores permanentes. Nuestra justicia social tiene que ser parte de nuestro quehacer y de nuestras políticas públicas».
Previamente a la conferencia del presidente de Political Network for Values, se ha celebrado el acto de inauguración del Congreso. Estas reflexiones previas han servido para enmarcar las ponencias y los coloquios que tendrán lugar a lo largo de todo el fin de semana.
El director del Congreso Católicos y Vida Pública, Rafael Sánchez Saus, ha explicado que el lema de este año resume la respuesta que los católicos podemos proponer contra las ideologías que nos asedian. «Proponer la fe y transmitir un legado; un derecho que, a su vez, es un deber, como es incrementar un patrimonio espiritual, moral y cultural en un mundo cada vez más necesitado de confianza y esperanza», ha apuntado.
Por su parte, el nuncio del Vaticano en España, Mons. Bernardito Auza, ha asegurado que la aportación de la fe de los laicos es decisiva para el presente y el futuro de la Iglesia y de la sociedad. «El propósito de este Congreso es proponer una aportación específica en la vida pública: transmitir la fe como un precioso legado, de una generación a otra. El título de este año nos insta a que no haya lugar para el desaliento y el pesimismo», ha señalado.
La fe entraña la dimensión vertical entre Dios y el Hombre de manera atemporal
En esta presentación también ha intervenido el consiliario nacional de la Asociación Católica de Propagandistas y arzobispo emérito de Burgos, Fidel Herráez, quien ha señalado que este título responde a la llamada del Papa para dar primacía a Dios y volver a lo esencial. «La fe se propone y no se impone». En esta línea, el vicepresidente de la ACdP y de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, Marcelino Oreja, ha animado a transmitir un legado de confianza y esperanza: «Frente al desafío de la Iglesia hace falta una renovación de la fe».
Para concluir la presentación de esta 24 edición, el presidente de la ACdP y del CEU, Alfonso Bullón de Mendoza, ha resaltado que existen dos dimensiones íntimamente relacionadas, la que nace de una presencia siempre actual y la que resulta de un legado y una historia, que forman la Iglesia, que es la morada de Dios. «La fe entraña la dimensión vertical entre Dios y el Hombre de manera atemporal, y también de una forma horizontal desarrollada en el tiempo».
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