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26 de abril de 2024

Carlos Luna durante las jornadas de la ACdP en el País Vasco

Carlos Luna durante las jornadas de la ACdP en el País VascoACdP

¿La Iglesia necesita «venderse bien»? Los grandes retos de la evangelización en la ACdP del País Vasco

El consultor de marketing religioso Carlos Luna y el evangelizador callejero Pablo López abordan los principales desafíos para hacer realidad el llamado a una Iglesia «en salida»

«A mí me decía la gente: ‘Es que los católicos no os vendéis bien’», recuerda el consultor de márketing religioso Carlos Luna, que considera que –en cierto modo– la Iglesia comparte hoy en día problemas con las marcas comerciales, como llegar al público joven o conectar con una generaciones que ya no son lo que eran. «El márketing religioso –señala– no tiene que ver con vender ninguna moto, sino con encontrar la manera de conectar con personas que no quieren escuchar lo que tienes que decirles».
Luna abordó la cuestión este fin de semana en el marco de las XVII Jornadas Católicos y Vida Pública del País Vasco, celebradas en Bilbao y organizadas por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), con el lema «David vs Goliath: la verdad se abrirá paso». En concreto, participó en la mesa redonda ‘La nueva evangelización: retos a abordar hoy, para una Iglesia en salida’, junto al filósofo, teólogo y evangelizador callejero Pablo López.

Evangelizar no es (solo) comunicar

En concreto, Luna identifica tres grandes desafíos para la evangelización en el siglo XXI, empezando por la necesidad -dice- de ampliar el propio concepto de evangelización. «Históricamente hemos entendido la evangelización como comunicación, como hablar de Dios y de Jesús, pero -señala el consultor- cuando centras ahí toda tu esperanza, empiezan a aparecer tentaciones», como cambiar a un lenguaje más «sexy» o ampliar sin ton ni son los canales.
Para el autor de Fundamentos de marketing religioso, eso es «buscar la solución del problema dentro del problema», y aboga por ampliar las miras e introducir nuevas disciplinas, como la que él practica. «Si el márketing busca satisfacer una necesidad, el márketing religioso busca satisfacer la necesidad de trascendencia, y lo hace poniéndose en las sandalias del otro, yendo a su orilla», reflexiona.
En esta línea, Luna pide generar «productos pensados para los que no creen», más allá de propuestas como las catequesis o adoraciones dirigidas a los que ya son creyentes. También destaca la importancia de considerar qué pasos se le pide que dé a la persona no creyente en estos productos, y en qué lugares se van a ofrecer. «Si no vamos más allá de nuestras parroquias seguiremos siendo una Iglesia estufita, de autoconsumo», lamentó.
«El católico –añade Pablo López– se ha acostumbrado a jugar siempre en casa, pero hay que salir de verdad: ¡el ateo no muerde!», ironiza. El evangelizador callejero recuerda que, en el Evangelio, Jesús y los apóstoles están constantemente en movimiento: «Si a los católicos nos parece raro salir a la calle y decir a alguien ‘Dios te ama’, los raros somos nosotros: hemos olvidado cosas muy elementales».

Superar la mentalidad de ventas

Para Luna, el segundo gran desafío a la hora de plantear la nueva evangelización es «dejar de razonar en términos de ventas»; es decir, dejar de preguntar «¿cuántos han venido?» después de cada acción nueva. «¿Donde están nuestros afectos? ¿En el número o en la acción de evangelizar?», se pregunta el ponente, y lamenta que «la lógica del mercado nos hace no apostar y seguir haciendo lo de siempre».
En el mismo sentido, el tercer reto –apunta– sería superar la idea de que hay que cuidar la fe. «¿La fe realmente es débil o es tu aproximación a la realidad y a cómo has vivido tu encuentro con Jesucristo lo que te hace pensar esto?», cuestiona Luna. La consecuencia -dice- de pensar que la fe se debilita en contacto con el mundo es el replegamiento, «pero la fe crece, se multiplica, cuanto más la compartes».
López va un paso más allá y apunta que «no puedes ser cristiano practicante si no practicas algún modo de evangelización», y que «el mayor egoísta del mundo es aquel cristiano que se quiera agarrar a Cristo para sí y su club privado». Durante las jornadas, López exhortó al público a recuperar la motivación por salir a evangelizar –«España es tierra de misión», dijo– y recordó que esta es «obra del Espíritu Santo». «Y cuanto más inútil seas, mejor, porque entonces el Espíritu se hará más fuerte en ti», concluyó.
La mesa redonda estuvo presidida por José Antonio Gómez, fundador de las Jornadas Ciber Evangelización, que arrancó durante la pandemia, y que recordó las palabras del papa Pablo VI: «La Iglesia existe para evangelizar». En esta línea, también citó algunas iniciativas recientes de Iglesia en salida, como los grupos Anuncia o Kerygma de evangelización callejera, las experiencias de primer anuncio como el curso Alpha o los retiros de Emaús y Effetá, entre otras.
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