Día Internacional de la Mujer
La Iglesia denuncia por el 8M la desigualdad en el trabajo y en los cuidados
Según recuerda Iglesia por el Trabajo Decente, la igualdad de acceso y oportunidades en el ámbito laboral no solo beneficia a las mujeres, sino que también contribuye al bienestar general de la sociedad
Iglesia por el Trabajo Decente ha denunciado con motivo del próximo Día Internacional de la Mujer que «las mujeres están más golpeadas por el desempleo, la brecha salarial, la temporalidad, la parcialidad», según exhortan en un comunicado, en el que añaden, además que «su participación en la toma de decisiones de las empresas sigue siendo inferior».
En su manifiesto con motivo del 8M, las organizaciones que forman parte de esta iniciativa indican que este día «es un recordatorio constante de la lucha incansable de las mujeres por la igualdad, la justicia y el reconocimiento en todos los ámbitos». Entre los aspectos pendientes para garantizar esa igualdad, Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) destaca el de los cuidados.
«Este papel tradicionalmente ha recaído en las mujeres y sigue sin valorarse ni reconocerse. Creemos que es imperativo que reflexionemos sobre la necesidad de reconocer y redistribuir equitativamente la carga de los cuidados», señala ITD, al tiempo que reclama «políticas que respalden la conciliación laboral y medidas que fomenten la igualdad en el hogar y en el trabajo».
Según recuerda su manifiesto, la igualdad de acceso y oportunidades en el ámbito laboral no solo beneficia a las mujeres, sino que también contribuye al bienestar general de la sociedad. «Los estudios demuestran que la diversidad en las empresas y organizaciones es ética y además económicamente rentable, ya que tienden a ser más innovadoras y resilientes. Invertir en la igualdad es un acto de justicia social y estrategia inteligente para promover el bien común», señala.
A nivel salarial, la brecha de género sigue siendo un «claro exponente de desigualdad», al situarse en el 18,7 %. A nivel educativo, el reto tampoco es menor. Según recuerda la iniciativa eclesial en su manifiesto, las mujeres «suelen estar vinculadas a estudios académicos o formación relacionada con los cuidados, como son la enfermería, el apoyo doméstico, la limpieza, la educación». Además, «las mujeres que se encuentran en ámbitos lógico-matemáticos como son ingenierías, etc., en muchas ocasiones tienen que demostrar que son personas válidas y que merecen estar ahí», apunta.
Por todo ello, las organizaciones que forman parte de ITD reclaman que «se fomenten las capacidades de cada persona, el acceso igualitario a una educación de calidad, desde la educación primaria hasta la formación profesional y universitaria, sin importar el género, como paso crítico para romper los ciclos de pobreza y desigualdad».
«Para lograr avances significativos, es esencial que los gobiernos, las empresas y la sociedad colaboren en la implementación de políticas y prácticas que promuevan la igualdad. Solo entonces podremos alcanzar un futuro donde cada mujer, sin importar su origen o circunstancias, tenga la oportunidad de desarrollarse plenamente y contribuir al bien común», apunta.
La iniciativa Iglesia por el trabajo Decente (ITD) comenzó su andadura en 2014 y está formado por organizaciones de inspiración católica y congregaciones religiosas, entre las que se encuentran Cáritas, la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), Justicia y Paz, la Juventud Estudiante Católica (JEC) y la Juventud Obrera Cristiana (JOC). Su objetivo es sensibilizar, visibilizar y denunciar una cuestión esencial para la vida de millones de personas: el trabajo humano y reivindicar el trabajo decente «hacia el interior de estas organizaciones, hacia la Iglesia en general y hacia la sociedad».