Giorgia Meloni junto al Papa Francisco
Giorgia Meloni propone la mediación del Vaticano en la guerra de Ucrania
Según Giorgia Meloni, «la Santa Sede es la institución más adecuada» para abrir negociaciones de paz en Ucrania
El cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Papa Francisco, asegura que el primer paso que se perseguirá es el de lograr el alto al fuego y revela que el pontífice quiere visitar tanto a Putin como a Zelenski en Moscú y Kiev.
Según Giorgia Meloni, «la Santa Sede es la institución más adecuada» para abrir negociaciones de paz en Ucrania. La primera ministra italiana lanzó su propuesta en la tarde de este lunes, asegurando que en esta misión de paz el Vaticano y el Papa «podrán contar con la ayuda de Italia».
La teoría del Papa Francisco sobre una guerra mundial a trozos es cierta
La líder del partido Hermanos de Italia y presidenta del Partido de los Conservadores y Reformistas Europeos presentó su propuesta en la sede de la histórica revista de los jesuitas de Italia, La Civiltà Cattolica con motivo de la presentación del libro de su director, el sacerdote Antonio Spadaro S.I., titulado El Atlas de Francisco. El Vaticano y la política internacional.
«Negociar incluso con el diablo»
Este esfuerzo por la paz, según Meloni, es necesario, pues «la teoría del Papa Francisco sobre una guerra mundial a trozos es cierta».
Junto a la primera ministra se encontraba el secretario de Estado del Papa Francisco, el cardenal Pietro Parolin, quien tomó la palabra para citar a pontífices del pasado, cuando decían que para lograr la paz hay que «negociar incluso con el diablo».
Meloni y Parolin mantuvieron un largo diálogo cara a cara en la sede de la «Civiltà Cattolica», en el que Meloni reiteró que «hay que ayudar a los agredidos a defenderse» y que permanecer inactivos «acercaría la guerra».
El primer paso, el alto al fuego
Por su parte, el «número dos» de la Santa Sede reveló que «estamos tratando de utilizar toda nuestra creatividad» para reactivar las negociaciones de paz en Ucrania y «el primer paso debe ser el alto el fuego».
Según el purpurado italiano, el valor añadido en las posibles negociaciones de paz de la Santa Sede depende de su «visión diferente a la de los Estados individuales»: no tiene intereses nacionales y, por tanto, tiene «una visión universalista», un enfoque diferente de la búsqueda de la paz.
Parolin reveló que el Papa Francisco quiere ir tanto a Moscú como a Kiev, «porque cree que sólo se puede hacer un servicio a la paz si consigue reunirse con los dos presidentes», Vladímir Putin y Volodímir Zelenski.
Diálogo con China
El cardenal Parolin tocó también la delicada cuestión de las relaciones entre la Santa Sede y China, que hoy se encuentran reglamentadas por un acuerdo secreto, alcanzado en el pontificado de Francisco, que ha permitido la ordenación de obispos con el consenso tanto de Roma como de Pekín.
El cardenal Parolin aseguró que «ambas partes desean continuar» el diálogo. Eso sí, subrayó, «sólo pedimos que los católicos puedan ser católicos con un vínculo con la Iglesia universal».
El secretario de Estado expresó su esperanza en la visita que realizará a finales de abril el obispo de Hong Kong, monseñor Stephen Chow, la primera en muchos años.
Se trata, indicó Parolin, de la «la realización de esa dimensión típica de la Iglesia de Hong Kong, que debe ser una Iglesia puente entre la China continental y la Iglesia universal».
Es «un gesto positivo» del que «estoy muy contento».
Meloni se une a un líder ortodoxo ruso
Giorgia Meloni se une, de este modo, a la propuesta que ha lanzado en días pasados Leonid Sebastyanov, líder ortodoxo ruso, representante de los Viejos Creyentes, comunidad que reúne a varios millones de fieles, quien considera que el Papa Francisco es uno de los pocos líderes capaz de sentar en una mesa a los representantes de Rusia, China y Estados Unidos.
En declaraciones a El Debate, Sebastyanov afirmó: «Creo que el Vaticano debe convertirse en el símbolo del diálogo para acabar con la guerra en Ucrania: debemos convencer al Consejo de Seguridad de la ONU para que otorgue mandato a la Santa Sede, como Estado neutral, y sea un moderador capaz de sentar en la mesa a Joe Biden, Vladimir Putin, Xi Jinping. Todo el mundo debe poder poner sus problemas sobre la mesa».
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