¿Quién será el próximo Papa? La inteligencia artificial también elige entre los «papables»

El Papa Francisco ha fallecido este lunes 21 de abril a la edad de 88 años en su residencia de Casa Santa Marta tan solo unas horas después de hacer su última aparición pública el Domingo de Resurrección. El Santo Padre fue dado de alta el pasado 23 de marzo del hospital Gemelli tras padecer un episodio de insuficiencia respiratoria agudo por una neumonía bilateral microbiótica, además de haber sufrido una bronquitis múltiple, hipertensión y diabetes.

Ahora, comienzan los preparativos para despedirlo y elegir al que será el próximo Cabeza de la Iglesia Católica, el 267 Sucesor de Pedro. Este será elegido en el cónclave, un proceso que no tendrá lugar hasta cerca de dos semanas después del entierro del Santo Padre, y en el que participarán un total de 138 cardenales electores, menores de 80 años.

En este escenario, comienzan a destacarse diversos cardenales considerados como posibles sucesores al trono de San Pedro, es decir, con posibilidades reales de convertirse en el próximo Papa. Se trata de figuras relevantes por su recorrido eclesiástico, su liderazgo personal y su sintonía con la orientación actual del Vaticano.

La inteligencia artificial elige a sus favoritos

En esta ocasión parece no haber un claro favorito, por lo que desde El Debate hemos preguntado a la inteligencia artificial cuáles son sus pronósticos. Y esta ha sido su respuesta:

«Aunque es imposible predecir con certeza quién será el próximo pontífice, varios cardenales destacan como posibles candidatos, conocidos como papables:

Pietro Parolin (Italia). Actual Secretario de Estado del Vaticano, es considerado un moderado con amplia experiencia diplomática. Su perfil institucional y su papel clave en acuerdos internacionales, como el firmado con China, lo posicionan como un candidato de continuidad.Matteo Zuppi (Italia). Arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, es visto como un progresista alineado con la visión de Francisco. Su labor en temas sociales y su participación en misiones de paz, como en Ucrania, refuerzan su perfil.Luis Antonio Tagle (Filipinas). Prefecto del Dicasterio para la Evangelización de los Pueblos, es cercano a Francisco y representa una opción asiática con enfoque pastoral y misionero. Sin embargo, su influencia ha disminuido en los últimos tiempos.Peter Turkson (Ghana). Conocido por su compromiso con el desarrollo sostenible y la justicia social, podría convertirse en el primer papa africano en siglos. Su perfil progresista y su experiencia en temas medioambientales lo hacen destacar.Robert Sarah (Guinea). Prefecto emérito de la Congregación para el Culto Divino, es una figura prominente del ala conservadora. Su elección marcaría un giro hacia posturas más tradicionales dentro de la Iglesia.Jean-Marc Aveline (Francia). Arzobispo de Marsella, es reconocido por su enfoque en el diálogo interreligioso y su cercanía con los migrantes. Su perfil intelectual y pastoral lo posicionan como una opción progresista.Juan José Omella (España). Arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española, es considerado un continuador de la línea de Francisco. Sin embargo, ha declarado que no desea ser elegido y que dejará la decisión «en manos del Espíritu».

Existen diferentes factores que podrían influir en la elección. De los 138 cardenales electores que compondrán el cónclave, el 80 % fueron nombrados por Francisco. Esto podría favorecer la elección de un sucesor que continúe con su visión reformista y pastoral. Sin embargo, la diversidad geográfica y doctrinal del Colegio Cardenalicio también abre la posibilidad a sorpresas y a la elección de un candidato que represente un equilibrio entre las distintas corrientes dentro de la Iglesia

Por tanto, aunque es difícil prever quién será el próximo papa, figuras como Pietro Parolin y Matteo Zuppi destacan por su experiencia y cercanía con la visión de Francisco. No obstante, la historia ha demostrado que los cónclaves pueden ser impredecibles, y la elección final dependerá de múltiples factores, incluyendo las dinámicas internas del Colegio Cardenalicio y las necesidades percibidas de la Iglesia en este momento».