Gambas cocidas
Infoveritas
¿Es peligroso chupar las cabezas de las gambas? Esto dicen los expertos
Estos crustáceos contienen un metal pesado, tóxico para el ser humano, que puede causar disfunciones en el riñón o el hígado
El marisco, sobre todo las gambas, se han convertido en un elemento esencial en las cenas de Navidad. Por eso, todos los años surge la duda de si se puede o no chupar la cabeza.
Para, de una vez por todas, saber realmente si es tan malo, Infoveritas ha consultado con la especialista en Nutrición y Dietética y Tecnología de los Alimentos Beatriz Robles y con la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN).
Las gambas contienen cadmio, un metal pesado que se acumula en el hepatopáncreas, el intestino de estos crustáceos, y que precisamente se encuentra en la cabeza, según recoge la AESAN.
El mayor riesgo de este metal pesado para los humanos es que se acumula «en los riñones y en el hígado», matiza Beatriz Robles, por lo que puede causar disfunciones en estos órganos.
Al tener efecto tóxicos, la propia Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) estableció una ingesta semanal tolerable de cadmio de 2,5 μg/kg de peso corporal.
Robles explica que el principal problema es la acumulación de este metal a lo largo del tiempo, ya que no produce una reacción inmediata tras su ingesta, como en el caso de las alergias.
Así que la eterna pregunta se resuelve de manera positiva. Chupar las cabezas de las gambas no es perjudicial para la salud, ya que, como recuerda la especialista en Nutrición y Dietética, el consumo de este producto en España es esporádico y poco frecuente por lo que no existe ningún riesgo.
Además añade Robles que estos crustáceos contienen nutrientes «muy interesantes» como proteínas, yodo, calcio o hierro.
¿Qué dice AESAN?
Por su parte, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición sigue esta misma línea y simplemente recomienda limitar, en la medida de lo posible, el consumo de carne oscura de los crustáceos, localizada en la cabeza, con el objetivo de reducir la exposición de cadmio, particularmente cuando el consumo es habitual.
Asimismo, señalan que «dentro de una dieta variada y equilibrada, un consumo esporádico de estos crustáceos no es un problema para la salud». Por tanto, para AESAN tampoco es peligroso «el aprovechamiento de las cabezas de gambas».
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